La toma del Nacional Buenos Aires

Toma de lucha

El martes pasado, 24 horas antes de la fecha anunciada para el tratamiento de la Ley de Edu­cación Superior en el Parlamen­to, una asamblea de 1.000 alum­nos del Nacional Buenos Aires votó la toma del colegio.


El domingo previo, una re­unión de 40 compañeros organi­zada por el Frente de Lucha, con un papel preponderante de la UJS, había organizado la realiza­ción de la Asamblea, para resol­ver la ocupación en contra de la ley. Se fijó para ese objetivo, contar con la aprobación, como mínimo, de 500 estudiantes. Como medidas de preparación se organizaron comisiones para recorrer aulas, explicando el contenido reaccionario de la ley y convocando a la asamblea; para pintar carteles; para hablar con docentes y no docentes para que se plegaran a la medida.


Asamblea


A las 13 horas del martes, se reunieron en la Asamblea 1.000 compañeros y se realizó la vota­ción. Triunfó la moción del Frente de Lucha, una toma com­bativa y sin dictado de clases. Franja Morada y el LEI (agrupa­ción que viene de perder el Cen­tro) querían toma con clases “para dar el ejemplo”.


Se declaró el colegio tomado desde ese momento. Se recibie­ron adhesiones de la Coordina­dora de Estudiantes Secundarios y de numerosos colegios y facul­tades.


Inmediatamente, el rector— radical—, que se había negado a recibir al presidente del Centro por la mañana, lo hizo pasar a su despacho: no habría faltas ni san­ciones. Esta revisión de su posi­ción previa contraria a la toma, fue provocada por la impresio­nante demostración combativa del estudiantado.


La toma


Durante la toma no se dicta­ron clases, se discutió la ley en tres comisiones y durante la no” che, más de 250chicos se queda­ron de guardia en el colegio. En­tre el martes y el miércoles se hicieron más de siete asambleas para dar continuidad al debate y al plan de lucha. Los debates se filmaron y se pasaban en el micro cine del colegio. Se consi­guieron equipos de sonido y la colaboración de grupos de músi­ca. El miércoles, más de 800 compañeros marcharon al Con­greso.


El Frente de Lucha y la UJS han desenmascarado la política de inmovilismo de la Franja y el LEI, quienes usaban como excu­sa que “la gente no quería lu­char” o que “la lucha desgas­ta”. Se demostró que el proble­ma de los Centros anteriores fue­ron sus direcciones; que la gente se “desgasta” cuando no existe politización, debate, organiza­ción y la lucha consciente.