Lo que nos enseña el Mayo Neuquino (II)

La constatación de que "Las nuevas generaciones han hecho, en un par de años, toda una experiencia con los aparatos patronales en su conjunto" y de que "los grandes partidos patronales no tienen la menor atracción para la juventud" (PO nº 589) tiene que ver, naturalmente, con "el viraje político de las masas". Pero la tenacidad de esa juventud, su persistencia en la lucha, el alto grado de organización con el que enfrentan cotidianamente cada uno de los ataques de la burguesía, tiene que ver con que una franja importante de esa vanguardia juvenil comienza a asumir como propio el programa del partido revolucionario.


Toda la actividad despegada por los militantes de la UJS en los últimos tres años ha sentado las bases de una poderosa organización estudiantil secundaria (la CES). Esta, paulatinamente se va armando de un programa, dotándose de la confianza en sus propias fuerzas. Así procede esa vanguardia juvenil, como dice el artículo de PO, para "no tener que esperar el visto bueno de nadie para abrir un proceso masivo de ocupaciones y que cuando la CTA (y fundamentalmente las direcciones docentes) abandonó por completo la lucha, el movimiento estudiantil siguiera su curso" (ídem).


El que prácticamente 50 secundarios participen de la primer clase del curso sobre la "teoría marxista del Estado", en medio del conflicto, organizado por la UJS, muestra la gran atracción que tiene para la juventud una organización que plantea una "salida" a este régimen de represión, hambre y desocupación y que se erige en una alternativa a sus organizaciones políticas hundidas en la transa y en la corrupción.


Una organización que no sólo plantea una salida, sino que la construye; que impone el boleto estudiantil en General Roca, cuando los punteros radicales pretendían usarlo como prebenda en la campaña electoral, y en una acción decidida con cortes de calles y movilizaciones arranca todos los boletos estudiantiles que se necesitaban; que como en Plottier, profundiza las ocupaciones ‘tomando’ 5 colegios de los que no podía entrar ni ‘salir’ nadie hasta que el gobierno ‘aceptara’ no computar las faltas; que llevó a la CES de Cipolletti a marchar solidariamente a los puentes para respaldar el corte de los estudiantes neuquinos.


La enseñanza fundamental que debiera dejarnos esta lucha corrobora el acierto de la afirmación del IXº Congreso de que "La política del Partido Obrero se ha convertido en un factor de la situación política". Esta es la gran responsabilidad que cae en la militancia del partido y de la UJS en la presente etapa.


Nuestra organización, cada militante, con una intervención audaz, sin prejuicios, debe transformarse en el referente necesario para los miles y miles de jóvenes, estudiantes y trabajadores que buscan una organización.