Un poco por ignorancia y mucho más por perfidia los medios de comunicación han atacado al movimiento estudiantil secundario que en la Capital Federal ha ocupado masivamente los colegios contra la ‘reforma educativa’.

Se mostraron sorprendidos por el repudio hacia una ley, dicen, aprobada hace 7 años. Ocurre que este engendro no pudo ser efectivizado en el tiempo transcurrido y es ahora que De la Rúa se apresta a hacerlo, desmantelando los colegios secundarios. Lo que sorprende a los medios es una rebelión contra el gobierno de la Alianza, que ellos creían que ‘controlaba’ a los secundarios.

Las movilizaciones y ocupaciones empezaron el viernes 14 en el Otto Krause y el Nacional Buenos Aires. Estaban planificadas con anterioridad para sumarse a la marcha federal que Ctera luego levantó. En el Otto Krause los estudiantes también reclamaban el no cierre de los 6tos. años de los turnos mañana y tarde. En rechazo a la traición de Maffei y compañía se ocuparon el Otto Krause, el Nacional Buenos Aires, el Mariano Moreno, el Carlos Pellegrini, el Belgrano, el Nicolás Avellaneda, el Huergo, los Normales 9 y 1, el Hermite, el Saavedra y el Nacional 17.

El jueves 20 los estudiantes realizaron una movilización de más de 1.500 estudiantes desde el Congreso hasta el Ministerio de Educación. Allí, se resolvió por unanimidad convocar una asamblea general el sábado 22 en el Otto Krause.

Tiembla De la Rúa

Las ocupaciones de colegios se realizaron en el mismo momento que De la Rúa da a conocer un proyecto para implementar la “reforma educativa” en la Capital. Por eso las ocupaciones no son nada “extemporáneas”. El proyecto de De la Rúa es una copia fiel de la ‘reforma’ menemista. No es casualidad que junto con este proyecto De la Rúa haya mandado otro referido a la disciplina.

Es necesario desarrollar una gran movilización por el retiro de estos proyectos de la legislatura porteña y por la más completa libertad para el movimiento estudiantil. Para reforzar la organización del movimiento estudiantil, la Unión de Juventudes por el Socialismo plantea que todos los colegios en lucha convoquen a un congreso extraordinario que ponga en pie una Federación Estudiantil de la Capital y el Gran Buenos Aires.