Los secundarios otra vez por Bulacio

El 17 de abril, al cumplirse el 7º aniversario del asesinato de Walter Bulacio, los estudiantes secundarios de la Capital y el Gran Buenos Aires, junto a los partidos de izquierda y organismos de derechos humanos, marcharon de Congreso a Plaza de Mayo para exigir “cárcel, juicio y perpetua” para los responsables del crimen. Bulacio, estudiante secundario del colegio Rivadavia de la Capital, fue asesinado a palazos y golpes por el comisario Espósito y otros oficiales, luego de ser detenido en un recital de los Redondos. Hoy los asesinos están en libertad.


A pesar de la intensa lluvia, los colegios se hicieron presentes. Participaron la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Capital y el gran Buenos Aires, el Otto Krause, el Mariano Moreno, el Normal 9, el Vicente López, el Fader, el Nacional 17, el Mitre, el Comercial 1, el Rodolfo Walsh, el Huergo, el Nacional Buenos Aires, el Tomás Guido de San Martín junto a otros colegios del distrito, estudiantes de Varela y de la zona oeste del conurbarno. Sin embargo, las condiciones del tiempo afectaron la movilización, sobre todo de estudiantes del Gran Buenos Aires, con una presencia un poco más reducida que otros años.


En el acto que se realizó en la Plaza de Mayo, hablaron la abuela de Bulacio y sus abogados, que denunciaron la represión sistemática que sufre la juventud y la impunidad policial. También habló un compañero minero de Río Turbio que contó la lucha que están llevando a cabo, agradeció la solidaridad que estaban recibiendo de la juventud y llamó a redoblar la lucha contra la impunidad y el ‘gatillo fácil’.


Se cerró el acto leyendo un documento suscripto por todos los colegios presentes. El mismo denuncia que “el acoso sufrido por la juventud a causa de este sistema es tan grande que ya tenemos más de 300 casos de ‘gatillo fácil’…”; también denuncia la represión en los colegios “a través de una nefasta circular que ubica a las autoridades del colegio como dirección de los centros”, cuya finalidad es regimentar a la juventud para proceder al”desmantelamiento de la educación pública, a través de la ley Federal de Educación y los decretos de Duhalde y De la Rúa”. El documento termina llamando a una lucha común “con las luchas que se están gestando, con los trabajadores del Banco Patricios y de Río Turbio para poder enfrentar en forma conjunta a este régimen de hambre, represión y desocupación”.


Este es el camino: la unidad obrero-estudiantil contra el ‘gatillo fácil’, la reforma educativa y el régimen menemista.