Mariano Moreno: Triunfo de la democracia y la organización independiente

El Mariano Moreno fue centro de una de las maniobras más grandes de la Muni­cipalidad de De la Rúa contra la organiza­ción estudiantil. Quizá por el carácter de lucha que este centro ha llevado de forma consecuente bajo la dirección del Frente de Lucha Estudiantil (FLE), una agrupación formada por militantes de la UJS y activis­tas independientes.


En números anteriores de Prensa Obrera informamos acerca de los aconteci­mientos nefastos ocurridos en las últimas elecciones, por ejemplo, la organización de grupos patoteriles, que, al mando de Rec­toría, interfirieron en el lugar donde se votaba, pegándoles a alumnos y alumnas sin discriminación alguna con el único propósito de anular las mismas y, de este modo, poder convocar a unas nuevas, fue­ra de cualquier Estatuto, fuera de los mar­cos que la independencia estudiantil re­clama y bajo la tutela de la intervención municipal que sufre nuestro colegio y los sectores fascistoides que hostigan bajo to­dos los métodos posibles la organización de los estudiantes en la perspectiva de una salida de lucha y unidad con los explota­dos.


En este cuadro, convocaron a una pseudo-elección, con una sola lista, el ADEMM (Agrupación de Estudiantes del Mariano Moreno) que no es más que el instrumento de los sectores antes descriptos, sin la participación del FLE, ni de ningún ente que los controle. De hecho, hasta militantes de la misma Franja Mo­rada Universitaria, el interventor radical y profesores vinculados a la época procesista fueron parte de la ‘Junta Electo­ral’.


Sin embargo, la situación hoy ha gira­do 180 grados, los estudiantes, ante un ataque de semejante magnitud, lejos de dejarse dominar, reaccionaron con más fuerza que nunca. Se lanzó una campaña para que se impugne el fraude de los privatistas. En esa proyección, se juntaron ad­hesiones de los puntos más distantes del país (Coordinadora de Estudiantes de Neuquén, Centro de Artes de Tucumán, etc.), de los colegios de la Capital como el Buenos Aires, el Otto Krausse, el Normal 3 y una larga lista que divisó en este ataque, uno mucho más grande: el ataque a la Escuela Pública y a los Centros que inclaudicablemente la defienden. Esta movilización se vio agigantada dentro del mismo colegio, donde a pesar de la mons­truosa parafernalia montada desde el arco institucional, más de 300 alumnos firma­ron los petitorios por la impugnación y para terminar de una vez y por todas con el fraude y la manipulación. El mismísimo cuerpo de delegados, en una sesión coa más de 60 participantes de todos los años de ambos tumos, votó la impugnación y la convocatoria a elecciones para el comienzo del año próximo, bajo control estudiantil^ respeto a las normas que el estatuto indi­ca. Así lo quisieron 43 de los 60 compañe­ros; y así se defiende la organización inde­pendiente de los estudiantes.


Quisimos mandar esta nota porque creemos que esta experiencia marca un camino para destruir cualquier intento de las instituciones patronales para entro­meter sus negociados en nuestra educa­ción, para consolidar a las organizaciones propias de los estudiantes que, como mar­có el último congreso de la UJS, son nues­tra única salida.