El jueves 10 de noviembre, en el colegio Mariano Moreno de la Capital, sufrimos un ataque represivo, que hemos denunciado públicamente.

Mientras los estudiantes de 5º año, como en todos los colegios, festejaban sus últimos días en el secundario, un preceptor y un profesor agredieron físicamente a los estudiantes.

La actitud de la dirección del colegio fue justificar el acto de represión diciendo que “se actuó de esta manera para que el festejo no pase a mayores”. Lo cierto es que se está montando una provocación nada casual contra los dirigentes del Centro de Estudiantes. Es por esto que se nos informó que desde la rectoría se está difundiendo una “lista negra”  con los nombres de los activistas del colegio y planteando que  “no importa cómo, pero el año que viene no pueden estar en el colegio”.

Frente a estos ataques, el Centro convocó a una asamblea a la cual concurrieron más de 80 estudiantes, el viernes, a pesar de que la rectora había declarado la suspensión de las clases. En la Asamblea se resolvió un petitorio reclamando contra la agresión, la investigación y sanción de los responsables y contra cualquier sanción a estudiantes, por el derecho a la libre organización del Centro de Estudiantes. Estaba previsto comenzar la semana con la firma masiva  del petitorio, mientras una comisión de padres concretaba un reclamo similar y organizaba la solidaridad con el movimiento estudiantil.