Estudiantiles

31/10/1996|517

Secundarios: Poner en pie una Federación Nacional de Estudiantes

La comisión de secundarios fue la más nutrida del Congreso. Los 150 compañeros que participaron en ella, discutieron consignas, hicieron denuncias, decidieron impulsar movilizaciones y arribaron a importantes conclusiones políticas. Hablaron más de 40 compañeros y se votó el documento de conjunto.


Gabriela, de Río Ceballos, Córdoba, contó la pueblada de 50.000 docentes y estudiantes y denunció que las autoridades de los colegios, la iglesia y la burocracia del sindicato docente habían boicoteado la continuidad de la lucha. También contó que a muchos estudiantes les pusieron faltas por haber concurrido a las movilizaciones y que ahora estaban quedando libres.


Un estudiante de la escuela 5, de Lugano, denunció el intento de poner a un profesor como presidente del centro, la falta de materiales y que en la puerta del colegio es común ver a la policía.


Facundo, de Neuquén, contó la experiencia de la Coordinadora de su provincia, su apoyo a los trabajadores y desocupados, y planteó que tenemos que tomar las reivindicaciones más sentidas por los estudiantes.


Sol, del Nacional Buenos Aires, contó la lucha que están realizando desde el principio del año por la defensa del 6º año y el ingreso irrestricto a la Universidad. Propuso adherirnos a la marcha de los colegios dependientes de la Universidad para el 25 de octubre. También planteó que el congreso secundario era un paso importantísimo.


Un estudiante de un colegio católico denunció la situación represiva y disciplinaria. Una estudiante técnica contó que en las pasantías los obligan a trabajar los sábados y para los municipios. Los compañeros de la zona sur denunciaron las circulares que intentan decirnos cómo organizar nuestros centros de estudiantes y propuso agregar en el documento el desconocimiento y derogación de las circulares. Los secundarios de Catamarca contaron la persecución y la prohibición a los centros.


Eric, de Mar del Plata, explicó el proceso de lucha en la ciudad, propuso plantear el desprocesamiento de los dos secundarios que tienen una causa judicial por luchar por el boleto estudiantil. También dijo que las agrupaciones que critican a la Coordinadora aparecen como independientes cuando no lo son, y llevan adelante una política divisionista y burocrática.


Pablo, del Tomás Guido, contó que en la Provincia de Buenos Aires Duhalde salió a pintar las paredes de la provincia con “Sí a la reforma educativa”, y que esto se debe a que está golpeado por las dos últimas grandes movilizaciones a La Plata.


Un estudiante planteó que este congreso debe ser un trampolín. Que el congreso de la Coordinadora debía ser una gran movilización de cada colegio.


Rocío, de la Media 7, hizo hincapié en la necesidad de vender La Caldera en los colegios, para crear una conciencia combativa y socialista. Propuso que todos los comités de base fijen objetivos de venta que dupliquen la actual en cada colegio.


La comisión discutió mucho el problema de las pasantías, la disciplina, el problema del cogobierno, las cooperadoras y los “gabinetes pedagógicos”. Hubo muchas intervenciones muy ricas en contenido.


Las conclusiones más importantes del debate son, en primer lugar, que las contradicciones en la aplicación de la Ley, y la organización masiva de los secundarios, con un programa claro y una lucha consecuente, pueden derrotar la ‘reforma educativa’. El centroizquierda considera que a esta ‘reforma’ no podemos derrotarla, quiere desmovilizarnos y terminar consensuando la ‘reforma’ reaccionaria. La UJS no quiere reformar la reforma, nuestra consigna es la derogación.


La disciplina en los colegios busca regimentar al movimiento estudiantil. Ante esto, nuestra principal arma es poner en pie poderosos centros que sean independientes de las autoridades y se unan al resto de los colegios.


La gran tarea que este congreso quiere potenciar es el desarrollo del movimiento estudiantil secundario en todo el país. Como actividad inmediata impulsaremos los congresos de la CES de Capital y Gran Buenos Aires, a realizarse el 9 de noviembre, y el segundo congreso provincial de Neuquén y Río Negro.


Si los ataques al movimiento estudiantil secundario son los mismos de una punta a la otra del país, esto plantea la necesidad de poner en pie una federación nacional de estudiantes secundarios, para que podamos unirnos y derrotar estos ataques.