Historia

31/5/2020

Guido Puletti: un militante asesinado hace 17 años por los fascistas en Yugoslavia

Infobae revisitó en un artículo reciente la historia de quien fuera miembro del PO, secuestrado por la dictadura y luego activista contra la barbarie imperialista en los Balcanes.

Una emotiva nota, titulada “La increíble historia del periodista argentino fusilado por un criminal de guerra bosnio”, fue publicada este sábado 30 en Infobae.


Se trata de Guido Puletti, un militante de Política Obrera –el nombre anterior del Partido Obrero.


Puletti había pasado por las filas de la JP, pero rompió con esta y se incorporó al PO después de la masacre de Ezeiza en la vuelta de Perón, acontecida el 20 de junio de 1973. Muy estudioso de la realidad política y del marxismo, sacó conclusiones correctas sobre el papel reaccionario que estaba jugando el peronismo (nacionalismo burgués) con la presencia del propio Perón en la Argentina. Y de la impasse en la que se encontraba la JP, que insistía en romper el ‘cerco’ de influencias negativas en torno al caudillo –un trágico camino.


Puletti trabajaba en el Ministerio de Bienestar Social que fue copado por José López Rega, jefe de la parapolicial Triple A que perseguía y asesinaba (por órdenes de Perón) a la vanguardia obrera y luchadora que resistía la aplicación del Pacto Social contra los trabajadores. Estaba afiliado a ATE y en ese frente tuvo su actividad militante.


A mediados de 1977 fue secuestrado bajo la ‘jurisdicción’ del 1° Cuerpo de Ejército. Sometido a varias semanas de fuertes torturas, logró finalmente salir del campo de concentración. Nunca pudo determinar cuál era. Y consiguió luego salir al exilio, aprovechando el origen italiano de su familia.


Se radicó en París, donde después de un tiempo se alejó del PO. Finalmente se radicó en su pueblo natal (Brescia, Italia). Aun así, siempre mantuvo una actividad comprometida y militante en diversas organizaciones italianas y con el movimiento por la defensa de los derechos democráticos en la Argentina, contra la dictadura.



Con las Madres de Plaza de Mayo en Brescia. Foto de Mónica Hasenberg (Fuente: Socompa)


Su inteligencia y cultura le permitieron conseguir un trabajo de periodista sobre cuestiones internacionales, donde logró tener un importante renombre. En esa condición viajó varias veces a la vecina Yugoslavia, que estaba sumergida en una feroz guerra civil, promovida por las burocracias restauracionistas y los diversos imperialismos. Una experiencia que volvió a evidenciar a Guido el barbarismo de un capitalismo en descomposición, con bombardeos de la OTAN sobre aldeas y ciudades con fuertes matanzas civiles, genocidios étnicos y racistas y otras atrocidades.


En uno de sus viajes a Yugoslavia, Puletti fue detenido por una banda paramilitar y asesinado junto a otros dos periodistas. Sobre todo esto habla en gran parte la nota de Infobae, reseñando al mismo tiempo la calidad humana y solidaria de Puletti.


Pero hay un aspecto que el periodista no reseña, seguramente por desconocimiento, ya que era parte de una faceta militante clandestina. Aprovechando su credencial de periodista internacional, Guido transportaba un paquete de ayuda a la comunidad bosnia que estaba sitiada por el terror. Estaba preocupado por el desarrollo de la guerra, que culminó la destrucción de Yugoslavia y su división en pequeñas republiquetas manejadas por diferentes grupos imperialistas. Él había escrito un trabajo que trascendía lo estrictamente periodístico: “Yugoslavia, una guerra contra los pueblos y las masas”. El periodista de Infobae no deja, con todo, de reflejar su comprometida actividad militante: “Entre julio de 1991 y mayo de 1993, Puletti realizó varios viajes por Croacia, Serbia y Bosnia, desde donde enviaba regularmente sus crónicas. A fines de 1992 participó también de la llamada ‘Caravana de los 500’, organizada por la ONG humanitaria Beati i Costruttori di Pace, que llegó hasta Sarajevo, en momentos en que la ciudad estaba siendo asediada por tropas serbias”.


El compañero que nos envió desde Italia en 1993 la información sobre la muerte de Guido Puletti le rendía homenaje en su carta: “por su gran generosidad y, permítanme, bondad humana, que lo han llevado a marchar a Bosnia junto con personas distantes de sus ideas políticas para llevar una ayuda concreta a la población martirizada por esta guerra absurda”.


Muy querido, en su Brescia, le pusieron su nombre a una calle. No solo a una víctima, sino a un militante.


La carta recibida con la trágica noticia, nos consolaba: “Su formación polí­tica y su imaginación, sin embargo, per­manecían ligadas a vuestro partido y no es casual que haya sido recordado así por la prensa italiana”.


En su libro de Poemas editado en Buenos Aires, Itinerario, Guido escribió:


TRASCENDER


No quiero que mis palabras


se pierdan


que no lleguen al otro


que no alcancen para la libertad.


(6 de enero 1974)