Historia

19/4/2007|988

Las Tesis de Abril (II)

La cuestión decisiva del poder, que es en definitiva lo esencial en cualquier revolución, se plantea también desde el vamos en la sexta tesis cuando Lenin propone las medidas que juzga indispensables con relación a la situación del campesinado: “En el programa agrario (hay que) trasladar el centro de gravedad a los Soviets de diputados obreros agrícolas (con la finalidad de proceder) a la confiscación de todas las tierras de los latifundios (y a la) nacionalización de todas las tierras del país, de las que dispondrán los Soviets locales de diputados obreros y campesinos” 1 . Esto debía reforzarse con la “creación de Soviets especiales de diputados campesinos pobres”. 2 La tesis ilustra el concepto de “programa” de Lenin: la asociación de las reivindicaciones a una fórmula de gobierno de los explotados.


La cuestión agraria y el obierno obrero campesino


En un texto complementario de la “Tesis de Abril” Lenin explica que, en aquel momento, nadie sabía en qué medida se desarrollaba la revolución agraria en el país y en qué medida avanzaba la “diferenciación que divide al campesinado en obreros agrícolas, obreros temporarios y campesinos pobres (“semiproletarios”), de un lado, y a los campesinos ricos y medios (capitalistas y pequeños capitalistas) de otro. Pero como partido del proletariado (…) tenemos la obligación de presentar no sólo un programa agrario, sino también de propagar en interés de la revolución agraria campesina de Rusia una serie de medidas prácticas inmediatamente realizables”. 3


En este sentido, continúa, “debemos exigir la nacionalización de todas las tierras, es decir, que todas las tierras del país pasen a ser propiedad del poder central del Estado (que) regulará el uso de las tierras y, en primer lugar, deberá prohibir incondicionalmente toda mediación entre el propietario del suelo, o sea, el Estado, y el arrendatario del mismo, o sea agricultor”. 4 Para que no haya dudas sobre qué significa “el Estado”, aclara: “deben ser los Soviets regionales y locales de diputados campesinos -y en ningún modo, la burocracia, los funcionarios- quienes dispongan entera y exclusivamente de la tierra y fijen las condiciones locales de su posesión y disfrute”. 5


La cuestión del poder queda planteada así como nexo concreto entre el planteo “objetivo” de qué hacer (confiscar a los terratenientes) y su costado subjetivo (quién lo hace). La conclusión es la necesidad de extender la organización soviética en toda Rusia. Lenin insistirá en que debían ser desoídas las prédicas liberales y/o burocráticas, inclusive de los propios Soviets, que aconsejaban ‘esperar’ una ‘nueva legislación’ para proceder a la expropiación de los terratenientes, lo que, a su vez, seguiría a la eventual convocatoria de una Asamblea Constituyente… que ni el Gobierno Provisional, ni los dirigentes del Soviet (mencheviques y socialistas revolucionarios) estaban dispuestos a convocar. Al contrario, “el partido del proletariado deberá exhortar a los campesinos para que realicen inmediatamente y por su propia cuenta la reforma agraria y procedan, previa decisión de los Soviets locales de diputados campesinos, a la confiscación inmediata de las tierras de los terratenientes”. 6


La cuestión nacional


En el “Proyecto de Plataforma para el partido proletario”, escrito inmediatamente después de las “Tesis de Abril”, Lenin une en un capítulo único el programa agrario y el programa nacional del bolchevismo. Rusia era una “cárcel de pueblos”, un imperio que había anexado por la fuerza a innumerables pueblos “no rusos”, sobre los que descargaba una violenta opresión política y cultural (prohibición de hablar su propia lengua; erradicación de su cultura). El Gobierno Provisional burgués, al mismo tiempo que cotidianamente hablaba de “libertad” y “democracia”, mantenía férreamente la opresión de las nacionalidades “no rusas”.


En oposición a esta fraseología “que engaña al pueblo”, Lenin plantea que “la completa libertad de secesión, la más amplia autonomía nacional (y local) y garantías elaboradas sobre los derechos de las minorías nacionales -éste es el programa del partido revolucionario”. 7


De la misma manera que el programa agrario le valió el apoyo de millones de campesinos “hambrientos de tierra”, su programa nacional le valió al Partido Bolchevique el respaldo de los millones de explotados de las nacionalidades oprimidas de Rusia. Muchos años después, León Trotsky señalaría la importancia de este programa al afirmar que “la política nacional del bolchevismo aseguró la victoria de la Revolución de Octubre”. 8


Socialismo y democracia


De manera muy sucinta, en las dos líneas de la séptima tesis, Lenin dice: “Fusión inmediata de todos los bancos del país en un banco nacional único, sometido al control de los Soviets de diputados obreros”. 9 Sin la nacionalización de la tierra, de los bancos y de los principales trusts capitalistas, explica Lenin, “será imposible sanar las heridas causadas por la guerra y evitar el colapso que nos amenaza”. 10


Inmediatamente aclara, en la octava tesis: “No ‘implantación’ del socialismo como nuestra tarea inmediata, sino pasar únicamente a la instauración inmediata del control de la producción social y de la distribución de los productos por los Soviets de diputados obreros”. 11


Lenin realiza aquí una distinción impresionante. Porque es evidente para cualquiera que el socialismo significa un control de la producción social y de la distribución por la clase explotada organizada como poder. Pero el desarrollo autónomo de esta gestión social no estaba asegurado debido al bajo desarrollo de las fuerzas productivas de Rusia, o sea, su atraso histórico. La gestión social se encontraba impuesta por la catástrofe inmediata; de este modo nacía la necesidad de la gestión obrera y por lo tanto su posibilidad. Para pasar a un estadio superior,el socialismo, hacían falta otras condiciones, en primer lugar la revolución socialista en los países avanzados, la que daría su sustancia histórica a la dictadura del proletariado en Rusia.


En sus “Tesis de Abril”, “Lenin permaneció fiel a su tradición política por el hecho de no proponer en ese momento exigencias de tipo socialista, sino radicalmente democráticas. Dado que la burguesía liberal decía rechazar los principios democráticos de ‘paz, pan, tierra, libertad’, era ridículo que la democracia tolerase al Gobierno Provisorio. La democracia rusa, es decir, los consejos (soviets), debe tomar el poder”. 12


Pero esa “democracia rusa (los Soviets)” tenía una particularidad: como explicaba Lenin, era un Estado de “nuevo tipo”, ya “no es un Estado en el sentido estricto de la palabra porque el ejército y la policía, separados del pueblo, son sustituidos por el armamento directo e inmediato del pueblo mismo”. Era un Estado del tipo de la Comuna, una dictadura del proletariado.


Comunismo, internacionalismo, programa de transición


La dos últimas tesis coronan la preparación política del partido para pelear por la toma del poder. En la novena tesis, Lenin plantea que las propias “Tesis…” se conviertan en el programa del partido. Para esto propone la convocatoria inmediata de un congreso para modificar el programa de tal modo que se reformulen “principalmente” lo que corresponde a la posición frente tres cuestiones: “a) sobre el imperialismo y la guerra imperialista; b) sobre (…) nuestra reivindicación de un “Estado comuna”; y c) (para la) reforma del programa mínimo ya anticuado”. Esto último es significativo: ya no se trata de los reclamos frente al poder de la clase enemiga, sino de la conquista del poder propio por parte del proletariado y los campesinos. La idea, entonces, de un “programa de transición”, que Trostsky retomará más tarde, está ya indicada en esta propuesta.


En la misma novena tesis, Lenin plantea el cambio del nombre del partido, “abandonando el nombre de socialdemocracia, cuyos líderes oficiales han traicionado al socialismo y se han pasado a la burguesía en el mundo entero (…) en lo sucesivo debemos llamarnos Partido Comunista” 13 (es decir, el partido que lucha por un Estado del tipo de la Comuna, por el pasaje de todo el poder a los Soviets, por la dictadura del proletariado).


Lenin despliega todos los medios necesarios para emprender lo que denominara el “primer acto de la revolución socialista internacional”. La transición histórica a lo que Lenin llama una “nueva era”, planteada por la guerra imperialista, exige una completa reconfiguración del movimiento obrero internacional. En la décima y última tesis, Lenin plantea la “renovación de la Internacional” y la necesidad de una “iniciativa de creación de una Internacional Revolucionaria, contra los socialchovinistas y contra el ‘centro’…”. 14


Las “Tesis de Abril” fueron aprobadas por la Conferencia bolchevique; otra cosa es si fueron comprendidas. Hasta el día previo a la Conferencia la vieja dirección mantenía una actitud conciliadora con la mayoría centroizquierdista del Soviet, más adelante surgieron serias divergencias en los momentos claves de la revolución. Pero no es necesario adelantarse a los hechos para observar las reservas con que la dirección del bolchevismo recibió las “Tesis de Abril”. En la votación sobre el cambio de nombre del partido y la fundación de la III Internacional, Lenin obtuvo un solo voto: el suyo propio…


1. V. I. Lenin, Las Tesis de Abril.


2. V. I. Lenin, ídem anterior.


3. V. I. Lenin, “Las tareas del proletariado en nuestra revolución (Proyecto de plataforma para el partido proletario)”.


4, 5, 6 y 7. V. I. Lenin, ídem anterior.


8. León Trotsky, La revolución traicionada.


9. V. I. Lenin, Las Tesis de Abril.


10. V. I. Lenin, “Las tareas del proletariado en nuestra revolución (Proyecto de Plataforma para el partido proletario)”.


11. V. I. Lenin, Las Tesis de Abril.


12. Arthur Rosenberg, Historia del bolchevismo.


13. V. I. Lenin, Las Tesis de Abril.


14. V. I. Lenin, ídem anterior.