Los consejos municipales de 104 ciudades norteamericanas, entre ellas nada menos que Los Angeles, Washington, Chicago, Detroit y Filadelfia, firmaron declaraciones contra la guerra y formaron un “Consejo de Ciudades” que “rechaza los planes bélicos de la Casa Blanca contra Irak” (Argenpres, 26/2).

El Consejo de Ciudades denunció que los gastos bélicos, que como mínimo calculan en 45.000 millones de dólares anuales, “costarán a las ciudades, a las escuelas y a los programas de salud”.

Las declaraciones de los cuerpos municipales, si bien no tiene valor legal, tienen un altísimo contenido político: es la manifestación del crecimiento del movimiento contra la guerra en los Estados Unidos que, incluso, logra penetrar en las propias instituciones del régimen político.