EL SALVADOR

153 muertos en un año, el atroz estado de excepción de Bukele

Torturas, fosas comunes y detenciones arbitrarias.

Una cárcel salvadoreña

Durante el primer año del estado de excepción dictado por el presidente Nayib Bukele, al menos 153 presos murieron como resultado de las torturas, golpes y falta de atención médica en penales de El Salvador, según un informe de la ONG Cristosal.

El documento da cuenta, además, de celdas de aislamiento y de la existencia de fosas comunes y entierros sin avisar a las familias de los fallecidos. La mayoría de las víctimas procede de áreas empobrecidas (muchos se desempeñaban en el comercio informal y la agricultura) y fueron detenidas (en muchos casos a partir de denuncias anónimas) bajo la acusación de colaborar o pertenecer a las maras, las bandas delictivas a las que el gobierno declaró la guerra.

Hay un dato aún más notable: ninguno de los fallecidos había sido declarado culpable de los delitos que se le imputaban.

El estado de excepción se instauró a fines de marzo de 2022 y se renueva cada seis meses. Ha dado carta libre a las fuerzas de seguridad (policía y fuerzas armadas) para allanar y detener sin orden judicial. A la vez, se encuentra coartado el derecho de reunión y asociación. Unas 68 mil personas fueron detenidas y 5 mil debieron ser liberadas ante la falta de cargos en su contra.

Bukele presenta su campaña como un éxito en materia de seguridad, dado que cayó drásticamente el número de homicidios. Sin embargo, ha empoderado un aparato criminal que detiene a mansalva y aterroriza a la población explotada.

El ascenso de Bukele, quien llegó a la presidencia en 2019, es un resultado del derrumbe político de los dos partidos tradicionales, el Arena (derecha) y el centroizquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), que estuvieron en la presidencia desde los llamados acuerdos de paz de 1992, posteriores a la guerra civil. Bajo las gestiones de ambos partidos, la corrupción y el empobrecimiento acelerado del país (incluyendo las caravanas de migrantes a Estados Unidos) los sumieron en un enorme descrédito que favoreció el triunfo del ex alcalde de San Salvador. Ahora, esas dos formaciones políticas han anunciado un frente sin principios para tratar de ganar las elecciones de 2024.

La salida ante la represión estatal y el hundimiento social de El Salvador solo puede provenir de la organización política independiente de trabajadores y campesinos.