A la huelga general, se suma el derrumbe económico

Cuando esta edición de Prensa Obrera esté en la calle, los obreros coreanos estarán cumpliendo una nueva huelga general contra la ley de ‘flexibilización’. Así lo anunciaron, en el curso de una gigantesca concentración obrera en Seúl, los dirigentes de la CKTU —el sindicato ‘ilegal’ que, desde fines de diciembre, dirigió cuatro semanas de grandes manifestaciones, verdaderas batallas callejeras con la policía y una huelga general. 200.000 trabajadores aclamaron el retorno a la huelga.


La ley en cuestión facilita los despidos, permite el alargamiento de la jornada laboral, autoriza la contratación de trabajadores temporarios (precarizados) e ilegaliza a la CKTU hasta el año 2002. Fue aprobada en una sesión secreta del parlamento, de madrugada y en apenas seis minutos, sin la presencia de la oposición. Frente al enorme levantamiento obrero que desató, el gobierno anunció que devolvería la ley al Parlamento para su ‘rediscusión’. Los sindicatos reclaman su derogación lisa y llana.


Mientras tanto, la crisis política se ha acrecentado como consecuencia de la quiebra de uno de los mayores grupos capitalistas coreanos: la siderúrgica Hanbo (la segunda mayor del país y cabeza de un poderoso y ramificado grupo económico). Hanbo se ha declarado en bancarrota, luego de acumular deudas bancarias por una suma equivalente a más de veinte veces su capital. Según la prensa, todo el grupo encabezado por Hanbo irá a la quiebra, y muy probablemente lo sigan algunos de sus mayores bancos acreedores. Uno de los hijos del presidente Kim está acusado de presionar a los bancos para que otorgaran créditos a la siderúrgica fallida.


La quiebra de Hanbo es apenas la punta del iceberg : “otros chaebols (grandes corporaciones) se encuentran frente a problemas similares a los de Hanbo, agravando de un golpe la situación de los bancos, con los que se encuentran muy endeudados” (Le Monde, 30/1). Frente al “temor de quiebras de las grandes corporaciones” dice el Financial Times, 29/1), el gobierno ha montado un fenomenal salvataje de 7.000 millones de dólares.