¡Abajo la invasión sionista de Gaza y el Líbano!

Declaración internacional.

Manifestación en el Estado Español en solidaridad con Palestina y Líbano

Viva la resistencia del pueblo palestino y libanés

¡Fuera el imperialismo estadounidense y la Otan!

Por una federación socialista de los pueblos del Medio Oriente

1 Los bombardeos e invasiones israelíes al Líbano, que en pocas semanas dejaron más de mil muertos y un millón de desplazados, marcan un nuevo salto en la campaña criminal del sionismo en Oriente Medio. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó con “una larga guerra que traerá destrucción y sufrimiento similares a los que vemos en Gaza”. Unos meses antes, su ministro de Finanzas, Bezalez Smotrich, había instado directamente a “devolver el Líbano a la Edad de Piedra”.

En la Franja de Gaza, que Netanyahu presenta como un posible modelo para el futuro del Líbano, ya hay más de 42 mil muertos y dos millones de desplazados. Las fuerzas sionistas atacan sistemáticamente escuelas, hospitales y centros de refugiados y han impuesto un férreo bloqueo que impide la entrada de medicamentos, combustible, agua y alimentos. Hay días en los que ni un solo camión de ayuda humanitaria entra en el enclave costero. Se trata, sin duda, de una operación genocida.

En Cisjordania, desde octubre de 2023, más de 700 personas han muerto en las incursiones criminales del ejército israelí y las agresiones de las bandas de colonos, armadas por el propio gobierno. La colonización de los territorios en los que viven los palestinos, mientras tanto, se acelera. A ello hay que sumar los bombardeos sobre Siria y Yemen, y el inminente nuevo ataque contra Irán.

En resumen, el sionismo conduce a la región a la destrucción y a la barbarie “civilizada”.

2 El Estado de Israel cuenta, en su cruzada criminal, con el aval de los imperialismos estadounidense y europeo. A pesar de sus críticas hipócritas a los supuestos “excesos” de las fuerzas israelíes, Washington sigue proporcionando las bombas que caen sobre las cabezas de los palestinos. El presidente estadounidense Joe Biden dijo a principios de octubre: “No se equivoquen, Estados Unidos apoya total, total, totalmente (sic) a Israel”. El candidato opositor en la carrera presidencial, Donald Trump, no es menos explícito en su apoyo al sionismo. En cuanto a los imperialismos europeos, que se han alineado firmemente con Israel contra la resistencia palestina, algunos de ellos quieren ahora contener una mayor expansión de Israel que temen que afecte a su influencia en la región. El Estado de Israel es un estado gendarme de los intereses imperialistas en Oriente Medio.

En este escenario, no hay lugar para la neutralidad: denunciamos el genocidio en Gaza y la invasión del Líbano, exigimos la retirada de las tropas israelíes, rechazamos las amenazas contra Irán y apoyamos la resistencia contra la ocupación sionista. Llamamos a redoblar la movilización en todo el mundo, empezando por los propios países imperialistas, denunciando la maquinaria de guerra que abastece a Israel.

3 En los últimos años, las burguesías árabes han acelerado su acercamiento al sionismo. A través de los llamados “Acuerdos de Abraham”, Marruecos, los Emiratos Árabes y Bahréin normalizaron las relaciones con el Estado de Israel, siguiendo el camino de Egipto y Jordania. En vísperas de la operación de resistencia palestina del 7 de octubre de 2023, Arabia Saudita se preparaba para hacer lo mismo. Muchos de estos países son los mismos que albergan las bases militares estadounidenses en la región. De la mano de las burguesías árabes, sólo avanzarán los enemigos del pueblo palestino y libanés. Alertamos, también, sobre el papel negativo de la Autoridad Palestina, que ha firmado acuerdos de seguridad con Israel y desempeña un papel de contención de las masas y la resistencia en Cisjordania.

4. Se habla públicamente de un inminente ataque israelí y estadounidense contra Irán. Los revolucionarios y todos los que luchan en las guerras y masacres imperialistas tienen la obligación de manifestarse enérgicamente contra esta ofensiva. Un ataque de este tipo tendría consecuencias muy sangrientas para los pueblos de la región. Este ataque es esencial para los planes a largo plazo de los EE.UU. e Israel.

Más allá de las tensiones y diferencias entre Israel, la Casa Blanca y la Unión Europea sobre el futuro de Gaza y la conveniencia -o no- de abrir una guerra contra Irán, con consecuencias impredecibles, el imperialismo occidental y el sionismo llevan mucho tiempo intensificando sus acciones contra Teherán (ataque al consulado iraní en Siria, asesinato de Qasem Soleimani en 2020, reintroducción de sanciones económicas, etc.), lo que merece una condena sin atenuantes.

Rechazamos las sanciones económicas y las provocaciones imperialistas contra el pueblo iraní. Esto no equivale a ningún apoyo político al régimen reaccionario de los ayatolás, que es el verdugo de su propia clase obrera y de sus mujeres, como se vio con la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la tristemente célebre Policía de la Moralidad y con la represión dura y a menudo sangrienta de las protestas populares.

La intervención del imperialismo no traerá democracia ni derechos a los trabajadores y las mujeres, sino que extenderá el derramamiento de sangre y la opresión. ¡Fuera las manos de Palestina, Líbano, Siria, Yemen e Irán! ¡Expulsen al imperialismo y al sionismo de toda la región del Medio Oriente!

5 De hecho, estos ataques son parte de una profundización de las tendencias militaristas a escala internacional, que tienen su mayor expresión en la guerra interimperialista en Ucrania, pero que también se pueden ver en las tensiones en el Pacífico entre Estados Unidos y China.

El contexto de estos crecientes enfrentamientos es la crisis capitalista mundial. Las potencias imperialistas occidentales y Japón se esfuerzan por preservar sus esferas de influencia tradicionales, incluido Oriente Medio (y conquistar la periferia de la ex URSS) contra los avances de China, mediante el proteccionismo, el bloqueo tecnológico y la agresión militar. Ante las dificultades para procesar las disputas en términos económicos y políticos (quiebras, adquisiciones, diplomacia, etc.), las grandes potencias aumentan sus presupuestos militares y la perspectiva de una tercera guerra mundial cobra protagonismo.

En cuanto a Rusia y China, la permanencia de sus vínculos comerciales con Israel es una prueba de su hipocresía, que se manifiesta incluso en el hecho de que sus gobiernos han evitado condenar el genocidio en Gaza y siguen presionando a Hamás y otras fuerzas de resistencia para que acepten acuerdos de conciliación con la colaboracionista Autoridad Palestina.

Este escenario exige una intervención política independiente de la clase obrera, que asume que el enemigo de los trabajadores a enfrentar es la burguesía de su propio país y pone en la agenda la formación de un campo proletario internacionalista e independiente opuesto a ambos campos capitalistas.

6. Los límites políticos de las direcciones nacionalistas e islamistas no pueden ser excusa para situarnos en un terreno de neutralidad frente a los ataques del imperialismo y el sionismo. Apoyamos la lucha de la resistencia palestina y libanesa, y defendemos a los pueblos atacados por el sionismo y el imperialismo (Irán, Irak, Siria, Yemen). Al mismo tiempo negamos cualquier apoyo a los gobiernos burgueses y reaccionarios de estos países. Por el contrario, es necesario promover la organización independiente de los trabajadores y las masas explotadas de la región así como su lucha revolucionaria, sin distinciones de culto o etnia, con una orientación internacionalista y socialista.

7 La constante colonización territorial del sionismo ha demostrado finalmente la inviabilidad de la llamada “solución de los dos Estados”, apoyada por todas las grandes potencias y la Autoridad Palestina, que pretendía establecer un microestado palestino, fragmentado en mil pedazos y completamente cercado por Israel. El fracaso de este intento pone de relieve la importancia de una estrategia que refleje las verdaderas aspiraciones históricas de las masas palestinas.

Defendemos el derecho al retorno y una Palestina única, libre y laica (perspectiva incompatible con el Estado sionista de Israel), como parte de una federación socialista de los pueblos de Oriente Medio. La palabra final y decisiva pertenece a los propios palestinos y a los pueblos de la región. Para derrotar al sionismo y al imperialismo, la mayor garantía es la sublevación de los pueblos de la región.

8. Llamamos al más amplio frente unido contra el genocidio sionista-imperialista contra el pueblo palestino. A redoblar las movilizaciones. A bloquear el envío de armas y municiones al Estado sionista (como lo hacen sectores de trabajadores en Italia, Grecia, Estados Unidos, etc.). A boicotear en todas partes la presencia sionista (festivales, eventos deportivos, etc.) y a manifestar apoyo al pueblo palestino. A romper relaciones comerciales y diplomáticas con Israel.

25 de octubre

Primeras firmas:

NAR (Grecia)

PO (Argentina)

SEP(Turquía)

TIR (Italia)

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prensaobrera.com