Actos y movilizaciones a un año de los asesinatos de Marielle Franco y Anderson Gomes

Plaza Cinelândia a un año de los asesinatos de Marielle y Anderson

Al completarse un año de las brutales ejecuciones de la concejal del Psol Marielle Franco y de su chofer Anderson Gomes, se realizaron varias actividades, actos y festivales en diferentes puntos de la ciudad de Rio de Janeiro, cerrándose la jornada con un acto central frente al palacio Legislativo en la plaza Cinelândia. Organizaciones de izquierda, del MST, feministas, estudiantiles y de lucha contra el racismo aportaron el grueso de la concurrencia, aunque también muchas personas que trabajan en la zona se fueron acercando en gran número durante toda la jornada. La ausencia de las centrales sindicales, y de la CUT en particular deben señalarse como un punto crítico. La consigna central del acto y de las muchas intervenciones que se fueron sucediendo durante el mismo fue: “Quién mandó a matar a Marielle y a Anderson?”, exigiendo acelerar la investigación para llegar a los mandantes y responsables políticos de ordenar los asesinatos, una vez que los autores materiales ya se encuentran detenidos. También se alertó insistentemente contra los intentos de desviar la investigación con el fin de asegurar la impunidad a los responsables políticos del crimen. Sobre todo a partir de que al día siguiente de la detención de los autores materiales del crimen,  el gobernador de Rio Wilson Witzel, un ex juez bolsonarista, tomó la decisión de apartar de la investigación al inspector Giniton Lages, quien tuvo el mérito de llegar hasta los asesinos materiales. Las sospechas se han abierto a partir del momento en que se da a conocer que el ex policía Ronnie Lessa, el hombre que apretó el gatillo asesino vivía en el mismo condominio de lujo que Bolsonaro, sumado a la aparición de fotos de ambos detenidos con el presidente (el otro preso es el policía militar Élcio Queiroz, el que manejaba el auto desde el cual se efectuaron los disparos. Queiroz aparece en las redes sociales como un  férreo militante virtual del bolsonarismo). Hay que tener en cuenta aquí que durante la campaña electoral del 2018, el hoy gobernador de Rio Witzel junto a otros dos diputados del PSL de Bolsonaro, quebraron en un acto de campaña una placa de homenaje a Marielle.


El clan Bolsonaro y los para-militares


En días anteriores a estas detenciones los medios ya habían sacado profusamente artículos donde se exponían claramente los lazos del clan Bolsonaro con las milicias para-militares. “Mientras el Estado no tenga coraje para adoptar la pena de muerte, el crimen de exterminio, a mi entender, sería muy bienvenido” sostenía en un discurso en la cámara de diputados en el 2003 el actual presidente cuando era un aún un oscuro y desconocido diputado federal. Siendo diputado estadual de Rio, Flávio Bolsonaro, hijo del presidente, empleaba hasta el año pasado en su gabinete a la madre y a la esposa del ex policía Adriano Magalhães da Nóbrega, fundador y jefe de la milicia “Escritório do Crime” (oficina del crimen). Otras notas periodísticas recordaban las condecoraciones oficiales concedidas en la legislatura carioca a estos para-militares. Entre los condecorados estaban Nóbrega y Lessa. Las relaciones también llegaron a extenderse hasta en el ámbito sentimental cuando se supo que otro hijo del presidente, Jair Renan, habría tenido una relación sentimental con la hija de Ronnie Lessa. Uno de los jefes de la genocida y terrorista “Scuderie Le Cocq”, Carlos Mannato, fue nombrado por Bolsonaro como secretario especial en el Ministerio de la Casa Civil luego de perder la elección a gobernador de Espíritu Santo por el PSL. Los escuadrones de la muerte de la Le Cocq que operaron en este estado entre los años 80 hasta el 2.000 asesinaron a más de 1.500 personas.


Los señores de las armas


La misma investigación que llevó a la detención de Lessa como autor de los 13 disparos que mataron a Marielle y Anderson, permitió abrir otra investigación paralela ya que este ex policía también sería uno de los mayores traficantes de armas de Rio de janeiro. En uno de los allanamientos por el caso Marielle fueron secuestrados 117 fusiles de guerra M-16 listos para ser vendidos.  


Mientras aún eran velados los cuerpos de los 8 jóvenes y funcionarios escolares asesinados en el colegio de São Paulo, el senador Flávio Bolsonaro presentaba un proyecto en el parlamento donde pide la flexibilización de las condiciones para la instalación de fábricas civiles de armas de fuego (algo prohibido por un decreto de Getúlio Vargas en 1934). Mientras tanto su padre, el presidente, a pocas horas de la masacre en Suzano (en que dos ex alumnos mataron a ocho estudiantes y dos trabajadoras de una escuela) reforzaba su propuesta de facilitar la libre circulación y porte de armas, incluso utilizando un macabro ejemplo sosteniendo que si los docentes de la escuela hubiesen tenido ya una pistola en la cintura podrían haber impedido la masacre disparándoles a los dos jóvenes asesinos/suicidas.


Todo esto está dejando cada vez más expuesto los fuertes entrelazamientos entre el Clan Bolsonaro, los grupos de para-militares, la lobbysta “Bancada da Bala” del Congreso nacional y la industria armamentista.  Son los cuatro jinetes del apocalipsis brasilero, responsables del genocidio que se cobra la vida de 60 mil personas por años asesinadas con armas de fuego en todo el país.


Marielle Franco luchaba como activista negra y favelada y como edil desde su banca en la cámara de vereadores (concejales) contra la violencia policial y el gatillo fácil en las favelas de Rio, contra las “limpiezas étnicas” estatal-policial y para-estatal-miliciana que ejecuta diariamente a la población pobre, negra y trabajadora de los más de mil favelas y barios pobres cariocas. Junto al hoy diputado Freixo (Psol) integraron la Comisión Parlamentaria de Inquerito (CPI) de las milicias y por eso mismo la mataron.


1-Cárcel y perpetua a los autores materiales y responsables políticos de los asesinatos de Marielle y Anderson.

2-Desarticulación y castigo a los integrantes de las milicias para-militares

3- Por el fin de la Policía Militar de Rio de Janeiro, señalada por organismos de Derechos Humanos internacionales como la que más mata en el mundo

4- Por el fin de las operaciones policiales en los morros cariocas con sus secuelas de violencias, humillaciones y robos contra moradores.

5- Por una comisión independiente que investigue al presidente Bolsonaro y a sus hijos parlamentarios por sus vínculos con para-militares y, particularmente, con los asesinos de Marielle y Anderson

6- Repudio a la propuesta del gobernador Witzel de apostar francotiradores en los morros para “disparar a la cabeza de quienes tengan un fusil en las manos”, así como sanciones por la destrucción de la placa homenaje a Marielle en su paso por la ciudad Petrópolis junto a otros parlamentarios del PSL (partido de Bolsonaro). 

7- No al proyecto de liberalización y libre portación de armas en los términos propuestos por el bolsonarismo,  y con el fin de favorecer al comercio y a la industria privada de armas.


Marielle Franco y Anderson Gomes presentes.