Adiós al American Dream

La mayor dificultad para Obama radica en la situación económica y social. La tasa de crecimiento del PBI se desaceleró a un 1,5%, el déficit fiscal alcanzará a 1,65 billones de dólares y la deuda federal, los 16 billones de dólares. El Washington Times (2/9) comenta que demócratas y republicanos se debaten entre aumentar los impuestos, recortar el gasto o ambas cosas -lo que hundiría a la economía a una recesión. La alternativa de posponer el ajuste fiscal empeoraría las cosas en el largo plazo. Anticipando la deriva del gobierno federal, siete gobiernos municipales, incluyendo tres de las 50 ciudades más grandes de California, se han declarado en bancarrota.


La cosa podría empeorar. Por ese motivo, la Reserva Federal adoptó, hace unos días, un nuevo programa de rescate. Pero la noticia fue recibida con escepticismo, porque el gobierno ha distribuido antes otros grandes estímulos -en forma de menores tasas de interés, gasto público y recortes de impuestos- sin poder salir de la crisis. "La Reserva Federal está a punto de ir más allá de lo que se entiende y se puede controlar", advierte el Washington Post (16/9).


Mientras tanto, cuatro millones de estadounidenses han perdido sus viviendas; la tasa oficial de desempleo supera el 8% (23 millones de personas) desde hace 43 meses consecutivos -algo que no ocurría desde 1930. Los nuevos empleos son peor pagos y se agudiza la tendencia a la caída y a la polarización de los ingresos; el ingreso familiar promedio antes de impuestos cayó un 7,7% entre 2007 y 2010; su valor neto, un 38,8%, y el patrimonio neto, un 14,7% (reason.com, 12/9). Así, casi la mitad de la población ahora es considerada como "individuo de bajos ingresos", 45 millones de personas dependen de cupones de alimentos y más de 100 millones reciben algún tipo de plan de asistencia social. La crisis ha llevado al crecimiento de un enorme gasto social que, en el mediano plazo, es inviable: "en 1962, el 14% de cada dólar del gobierno nacional que no se dedicaba a pagar intereses iba a programa sociales. Hoy, el 47% de cada dólar va a ayuda social. Para 2030, será el 61%" (The New York Times, 21 y 30/8). Esta es la razón por la que, en tanto los rescates al capital son intangibles, todos son partidarios del ajuste. "Es hora de jubilar al American Dream", concluye, realista, el Washington Post (24/9).