Albania: importantes manifestaciones contra el aumento de precios

Las consecuencias de la guerra en Ucrania

Foto: Exit News

Desde hace casi una semana, se desarrollan en Albania grandes manifestaciones ante la vertiginosa suba de los precios en los alimentos y los combustibles, que de enero a esta parte treparon hasta un 50%, según estadísticas oficiales (Exit News, 17/3).

Los incrementos más altos corresponden al aceite para cocinar, la harina y la nafta. La guerra en Ucrania tiene una influencia directa en esta situación, ya que el país adriático importaba la mitad de su trigo y otros productos desde Rusia antes del inicio del conflicto bélico y de las sanciones.

Los manifestantes denuncian la responsabilidad del gobierno de Edi Rama en la escalada, ya que es cómplice de la especulación con los precios por parte de la oligarquía dominante.

En las marchas se reclama la suspensión temporal del IVA y otros impuestos, la actualización mensual de los sueldos, y un paquete de asistencia social para los sectores más golpeados por la carestía inflacionaria. Participan de las protestas sectores de la juventud, agricultores, taxistas y bomberos, entre otros. En el último pliego elevado al primer ministro, se lo exhorta a renunciar si no ofrece una respuesta para el viernes.

Rama pertenece al Partido Socialista, una formación surgida de la desintegración del Partido del Trabajo de Enver Hoxha y su régimen, a comienzos de los ’90. Contra lo que su nombre podría suponer, ejecuta una política neoliberal. En los comienzos de las protestas defendió la libertad de precios, si bien tuvo que prometer más tarde una serie de controles, aunque fueran -dijo- contra su ideología.

El gobierno detuvo a varias decenas de personas esta semana y Rama acusó a los manifestantes de estar pagos y de ser funcionales a Rusia, acusaciones que cayeron mal entre los movilizados.

Albania es miembro de la Otan desde 2009 y está enviando vehículos militares a Ucrania. En su territorio, la alianza atlántica está reformando un aeropuerto militar en Kucove (ex ciudad de Stalin), en lo que será la primera base aérea del organismo en los Balcanes Occidentales, según el sitio Exit News (ídem). Tirana ha desplegado también tropas en Lituania y en Kosovo.

En paralelo con su participación en la alianza atlántica, el gobierno albanés intenta desesperadamente ingresar a la Unión Europea (UE). Pero el asunto está en pañales, porque ni siquiera han comenzado las negociaciones de adhesión. Por estos días, el alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, visitó la capital y se comprometió a impulsar la integración, sin calmar los reproches del primer ministro. “De todas formas, nosotros seguiremos con las reformas, igual que si tuviéramos ya luz verde, porque no las hacemos por Bruselas, ni París, ni por Berlín o Washington, sino por el futuro de nuestros hijos” (Infobae, 15/3), dijo un Rama más papista que el Papa.

Entre tanto, para intentar reemplazar las importaciones desde Ucrania y Rusia, el gobierno albanés explora la compra de trigo a la vecina Serbia, pese a que al gobierno de ese país se lo suele ubicar como próximo a Moscú. Son los enredos propios de la región.

Albania aún no ha superado del todo una crisis política. A mediados del año pasado, el parlamento destituyó al presidente Ilir Meta, cuyo cargo es mucho menos poderoso que el del primer ministro, pero goza de ciertas atribuciones en materia de defensa y justicia. La mayoría socialista lo acusó de romper la neutralidad que debería tener el puesto y de apoyar a la oposición en las elecciones parlamentarias de abril de 2021. Finalmente, Meta sobrevivió en el cargo porque la Corte Constitucional rechazó en febrero la decisión de los legisladores, pero su mandato culmina en algunos meses.

Enfrentado al primer ministro, el presidente ha aprovechado la crisis actual para reclamarle que baje los precios y forje un paquete de ayuda. En la oposición albanesa revisten dos grandes partidos: el Demócrata, de centroderecha, y el Movimiento Socialista de Integración, fundado justamente por Meta, como un desprendimiento del PS, en 2004. Rama cuenta, sin embargo, con mayoría absoluta en la cámara.

En un reciente informe, el Fondo Monetario Internacional alertó que “toda la economía mundial sufrirá los efectos de un crecimiento más lento y una inflación más rápida”. Y, alarmado, agrega que “los aumentos más pronunciados de los alimentos y el combustible pueden generar un mayor riesgo de disturbios [sic] en algunas regiones, desde el Africa Subsahariana y América Latina hasta el Cáucaso y Asia central, mientras que es probable que la inseguridad alimentaria aumente aún más en partes de Africa y Medio Oriente” (La Nación, 16/3).

Aunque los Balcanes no aparecen en la descripción del organismo, deberían haber sido incorporados. Albania demuestra por qué.