Internacionales
3/6/2015|1366
Avanza la militarización del Mediterráneo
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El genocidio contra la etnia rohingya, que ha cobrado repercusión estas semanas por la proliferación de embarcaciones precarias que buscan recalar en las costas de varios países del sudeste asiático, se asemeja por su barbarie a las recientes catástrofes en el Mediterráneo (ver PO N° 1.360). Sin lograr que la conmoción internacional se disipe y mientras los barcos con migrantes siguen partiendo desde las costas africanas, la Comisión Europea -brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE)- elaboró un plan para otorgar ciudadanía a 20.000 refugiados por año, bajo la forma de solicitud de “asilo” (repartido en cuotas entre los países de la Unión en función del PBI y la tasa de desempleo). Sin embargo, según Eurostat, la mitad de las peticiones de asilo son rechazadas. El planteo parece una mala broma, ya que como indica Frontex, se calcula en 66.000 los refugiados sólo entre enero y mayo (Página/12, 14/5). Como síntoma de las tensiones que recorren la UE, algunos países -como el Reino Unido- se oponen a recibir un solo migrante.
Detrás de la carcaza de los asilos limitados, y con la excusa del freno a las mafias que operan en sus aguas, lo que en realidad avanza es la militarización del Mediterráneo. Federica Morgherini, encargada de Asuntos Exteriores de la UE, en su última visita a Naciones Unidas, buscó el apoyo de Estados Unidos para sostener las acciones militares y destruir las embarcaciones donde se transportan los migrantes, incluyendo las costas libias. El ataque a los “traficantes de personas”, a través de la militarización de las aguas, es también un eufemismo para denegar el asilo a miles de refugiados a lo largo y ancho del mundo. El accionar de las mafias se profundiza con las últimas medidas, al aumentar su “mercado” gracias al crecimiento de la ilegalidad.