Blair, en tiempo de descuento

Como en la historia del muerto y del degollado, "Washington -dice el Financial Times (11/5)- se pregunta si Blair sobrevivirá"


Efectivamente, Blair está jugando en tiempo de descuento. Lord David Puttnam, dirigente laborista y amigo personal de Blair, acaba de pedir públicamente su renuncia. Con Blair, explica, el partido laborista está condenado en las próximas elecciones. “Si yo fuera él, renunciaría antes del receso parlamentario (de julio/agosto)” (Financial Times, 9/5).


Las reticencias ante las informaciones de la Cruz Roja Internacional y de Amnesty, desde febrero, de las torturas a los prisioneros y las “disculpas limitadas sobre los abusos” (Financial Times, 11/5) han puesto a todo el gobierno al borde del precipicio.


Philip Stephens, biógrafo y admirador de Blair, se ha visto obligado a reconocer que “no puedo recordar otro momento en que el actual primer ministro haya sido más débil a ambos lados del Atlántico” (Financial Times, 20/4). Para Stephens, Blair “está a merced de los acontecimientos” (ídem).


Un reciente editorial de ese diario (21/4) caracteriza la convocatoria por parte de Blair a un referéndum sobre la futura Constitución europea, como el “gambito desesperado de un líder perdido”. Son palabras muy fuertes en boca del principal vocero de la City financiera londinense.


Neil Kinnock, antiguo líder del Partido Laborista, vicepresidente de la Comisión Europea y amigo personal del primer ministro, opina que “Blair puede renunciar después del referéndum”. Muchos “ministros y diputados especulan en privado que el referéndum puede marcar el final de la carrera del primer ministro” (Financial Times, 25/4).


Después de Aznar, la caída de Blair comienza a discutirse públicamente en Gran Bretaña.