Bolivia: Banzer debuta con una crisis

Cuando el 6 de agosto el ex dictador asumió la presidencia de Bolivia, los revolucionarios de la Oposición Trotskista boliviana advirtieron que Banzer se había sometido a la exigencia del imperialismo yanqui de enfrentar a los campesinos cocacoleros y no revisar el contrato con la petrolera Enron.


El embajador estadounidense, Curtis Kamman, “ha condicionado su apoyo al gobierno a que éste no modifique unilateralmente el contrato”(Trinchera Revolucionaria). Cuando Kamman reclamó que se “debe priorizar” la eliminación de la coca excedentaria, Banzer se comprometió a “terminar con la coca excedentaria en 5 años…”.


La Oposición Trotskista señaló, anticipadamente, que éste sería el eje de un grave conflicto, ya que los cocaleros no iban a aceptar la eliminación de los cultivos de coca que son su único medio de subsistencia, y esto podría derivar en un enfrentamiento armado.


La Embajada


Pero Banzer ya se encuentra en una grave crisis, debido a que no ha cuantificado la eliminación de cultivos excedentarios. El anterior presidente, Sánchez de Lozada, no había podido cumplir su compromiso de eliminar 7.000 hectáreas anuales de cultivos.


La traba para llevar adelante esta ‘labor’ es la enorme resistencia de los campesinos a los intentos de erradicación de los cultivos.


Los yanquis amenazan con negarle a Bolivia un préstamo de 36 millones de dólares para montar cultivos sustitutos.


La estrategia del ex-dictador de negociar la erradicación choca con la política ultimatista del imperialismo. Kamman planteó que “Washington no está dispuesto a negociar una reducción en la frecuencia de disminución de las plantaciones ilegales bajo ningún concepto” (La Nación, 23/8).


El diputado Evo Morales, líder de los cocaleros bolivianos, señaló en un reportaje a La Nación que “el producto de los cultivos excedentarios, la cocaína, es una cuestión de demanda…” y que “Los cultivos sustitutos se están pudriendo en el mercado” (20/8).


Los cultivos sustitutos se han evidenciado como inviables y han forzado a los campesinos que optaron por ellos a regresar al cultivo de coca para no morirse de hambre. El informe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico señala que “en más de 10 años, los resultados son negativos … los últimos cuatro años se ha sembrado más de lo que se ha erradicado” (Tiempos del Mundo, 21/8).


El propio Evo Morales ha señalado que van a resistir la erradicación forzosa “con las armas en la mano”.


Perspectivas


La Oposición Trotskista denunció que Banzer utilizaría las Fuerzas Armadas para imponer la erradicación, y “ante el asombro que produjo esta afirmación, el ‘ex’ dictador tuvo que hacer la ridícula afirmación de que las fuerzas armadas están para disuadir, no para reprimir”. Por eso,Trinchera Revolucionaria llama a apoyar los Comités de Autodefensa que se van preparando para una dura lucha.


“En los últimos enfrentamientos, la respuesta ha sido más contundente y preparada. La perspectiva que se percibe es que van creando condiciones cada vez más propicias para el estallido de una guerra de guerrillas… Esto significaría un cambio en la situación política nacional, si este conflicto logra impulsar a las masas explotadas de las ciudades en una lucha conjunta”.


La respuesta de las masas


Para la Oposición Trotskista, el presente gobierno es una expresión de la “burguesía orgánicamente incapaz y caduca, sometida completamente a la burguesía imperialista”, que profundizará el ataque a las masas oprimidas y “la opresión de las nacionalidades originarias de aymarás, quechuas, etc.”. En la perspectiva de que las masas reaccionen vigorosamente y “se lancen a grandes operaciones masivas y generales que pongan en jaque al gobierno”, la organización boliviana señala dos tareas centrales: superar la crisis del movimiento sindical y de la COB, rearticulando el movimiento sindical y colocando a la cabeza a una dirección revolucionaria.


En el plano político, propone superar la crisis de dirección revolucionaria y “fundar el partido revolucionario de la clase obrera, un partido que sea capaz de conducir a las masas en todas las circunstancias y niveles y que penetre profundamente en todos los sectores del movimiento obrero”.