Internacionales

30/12/2022

Bolivia: detuvieron al golpista Luis Camacho

El 28 de diciembre fue apresado el actual gobernador de Santa Cruz de la Sierra.

Camacho.

El 28 de diciembre fue detenido el golpista y actual gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Luis Fernando Camacho, uno de los máximos responsables del golpe de Estado ocurrido en noviembre del 2019. Camacho declaró, oportunamente, que el golpe derechista que derrocó a Evo Morales e instauró en el poder a Jeanine Áñez fue pautado por él mismo con altos oficiales de las Fuerzas Armadas y la policía boliviana.

La orden de aprehensión, que se informó oficialmente, fue dictada el 31 de octubre pasado por la Fiscalía Departamental de La Paz, en el marco de la causa denominada “golpe de Estado I”. A Camacho se lo acusa por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración contra el gobierno de Evo Morales. Es una causa iniciada en 2020, mediante la denuncia interpuesta por la exdiputada del MAS Lidia Patty.

Luego de su detención, Camacho fue trasladado a la dependencia de la Felcc (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen), en la ciudad de La Paz. Allí ha quedado detenido. La fiscalía pide 6 meses de detención preventiva para investigar y rechaza que el gobernador tenga algún tipo de inmunidad.

Inmediatamente ocurrida la aprehensión, diversos referentes políticos de la derecha boliviana (Carlos Mesa, Jorge “Tuto” Quiroga, Jeanine Áñez, etc) se pronunciaron en contra (buscan la intervención de la OEA). La organización ultraderechista-fascista Unión Juvenil Cruceña (UJC), a través de un comunicado, llamó a la “expulsión de los masistas de Santa Cruz”. E impulsó la ocupación de los aeropuertos, no pudiendo, sin embargo, lograr que Camacho fuera trasladado a La Paz. Lanzó también acciones violentas que culminaron con la quema de algún edificio público y concentraciones (aún no muy numerosas).

Camacho viene de liderar una “huelga” ciudadana en Santa Cruz que duró 36 días, que obligó al gobierno nacional a negociar (como corolario de la llamada “guerra del censo”) una reformulación del padrón electoral. Se plantea que Camacho y la derecha santacruceña pretenden formar un bloque político a favor de la federalización del Estado boliviano. Muchos denuncian que con el accionar de claro carácter golpista, Camacho pretende dar un paso transicional hacia la “independencia” del sur santacruceño, el departamento económicamente más rico de Bolivia.

El comandante en jefe del Ejército, el General Juan Zúñiga Macías, que viene sosteniendo al gobierno en esta puja, ha declarado públicamente su respaldo a la detencion de Camacho [1]. Las Fuerzas Armadas toman distancia de las provocaciones aventureras que viene llevando Camacho, que actúan como un factor de desestabilización que podría desembocar en un desmadre de la situación política boliviana, ya de por sí extremadamente precaria. De todos modos, habrá que seguir los acontecimientos, pues no hay que descartar que se produzcan nuevos movimientos en la cúpular militar, que reforzaría su rol de “arbitraje” en el actual escenario.

La detención (tardía) de Camacho reabre la crisis política que tuvo lugar con la “guerra del censo” en octubre y noviembre. A esto se suma la “interna” dentro del oficialista MAS, entre el propio Evo Morales (que acusó recientemente al gobierno de “capitular” ante la derecha golpista) y el presidente Arce.

Sin dudas, hay que exigir justicia inmediata para las víctimas de las masacres de Sacaba y Senkata, y para todos los detenidos ilegalmente durante el gobierno de facto de Áñez, y el juicio y castigo a todos los responsables. La impunidad de Camacho es una afrenta a estos reclamos y un aliciente para el accionar de las bandas fascistas.

Pero el combate contra la derecha está ligado, asimismo, a la lucha por los reclamos sociales de las masas y la transformación antiimperialista de Bolivia (partiendo de la nacionalización bajo control obrero del litio, del petróleo y el gas, con una profunda revolución agraria y la expropiación del gran capital sojero y agrario, etc).

Para avanzar por este camino es necesario que las organizaciones de masas de los explotados -la central obrera (COB), las confederaciones campesinas e indígenas, etc- se independicen del nacionalismo burgués gobernante y de sus diferentes fracciones, que están librando entre sí una lucha arribista-electoralista. Y avancen en organizarse políticamente en forma independiente. Realizar plenarios de coordinación para impulsar esta perspectiva, reclamando que la COB rompa su subordinación con el gobierno y las fuerzas burguesas y realice un congreso nacional de trabajadores elegidos en asambleas y con mandato de estas, para que definan el rumbo político y reivindicativo de las y los trabajadores del altiplano y la amazonía boliviana.

[1] “No podemos quedarnos en silencio ante los aprestos desestabilizadores de pequeñas logias oligárquicas que van en contra de la unidad de la patria, que se resisten al imperio de la Constitución Política del Estado, vendepatrias que no cesan en su afán estéril de dañar los altos intereses de esta bendita patria”. A todos ellos quiero decirles a viva voz que fracasarán rotundamente en sus intentos separatistas. Los militares de la patria, y este general, fieles al imperio de la CPE van a poner su vida, si es necesario, ante las amenazas de intento separatista y ruptura del orden constitucional de la patria”. A la vez, denunció a “las castas, los grupos de poder, las logias que enfrentados a lo que denominan un centralismo maldito, promueven un federalismo que luego deviene en separatismo”.