La dirección nacional del Partido Causa Operaria (PCO) denuncia los actos de agresión perpetrados por capangas del PSTU contras sus militantes, durante el acto por el 1º de Mayo realizado en el estadio de Vila Euclides, en São Bernardo do Campo.

El PCO desarrollaba su actividad en dos stands de comida y materiales políticos, donde los militantes distribuían panfletos entre las 15.000 personas que participaban de la actividad. En uno de los panfletos, el PCO proponía que la CUT convoque a un congreso de base de los trabajadores de la ciudad y el campo. En otros volantes había críticas a las posiciones de los diversos sectores de izquierda frente al salario mínimo, que poco se diferencian de la propuesta miserable defendida por el PLF (100 dólares). Alrededor de las 19 horas, cerca de 20 capangas del PSTU se aproximaron a las mesas del PCO y comenzaron a agredir a sus militantes.

Uno de los stands quedó absolutamente destruido, según lo testifica el informe de la policía de San Bernardo. En el momento de la agresión, había pocas personas en el local, en su mayoría mujeres y adolescentes. Además de agredir a mujeres y niños, los capangas demostraron una deliberada intención política con su acción, pues se dirigieron directamente a los principales dirigentes nacionales del PCO presentes en el acto. El presidente nacional del partido, periodista y autor de varios libros, Rui Costa Pimenta, estaba conversando con su esposa (Anaí Caproni, también dirigente del PCO) y su hija de 15 años (Natalia Pimenta, militante de la Alianza de la Juventud Revolucionaria- AJR), cuando fue atacado por varios agresores, que se arrojaron contra él a golpes de puño y patadas, destrozando sus anteojos y rompiendo sus ropas. Pimenta no sufrió heridas más graves porque fue socorrido por otros militantes del PCO y retirado del local. Pero el vicepresidente del partido, José Luis Feijó Nunes, profesor y cabeza de la oposición del sindicato docente, fue muy golpeado. Nunes, que está siendo perseguido políticamente por el gobierno Covas, fue exonerado a principios de este año, a pesar de que estaba bajo licencia médica por problemas en su columna. Y fue justamente en las espaldas donde Nunes fue más golpeado, incluso con patadas, rodeado por ocho hombres del PSTU, de gran porte y visiblemente alcoholizados. Pimenta y Nunes pasaron por exámenes forenses. Una de las militantes del partido, Cristina Braga, fue tirada al suelo y pateada por cuatro hombres, que no pararon de agredirla hasta que fueron sujetados por militantes del MST y del PCO.

La acción del PSTU, presenciada por decenas de personas, generó indignación entre las corrientes políticas presentes en el acto. Para el vicepresidente del Sindicato de los Metalúrgicos de San Bernardo y coodinador del acto del 1º de Mayo, Carlos Alberto Grana, ligado a Articulación (PT), se trata de una inaceptable intolerancia política frente a otras posiciones. Grana calificó la acción del PSTU como “vandalismo total” y aceptó pronunciarse públicamente sobre el asunto.

La dirección del PCO evalúa los actos bárbaros del PSTU como un producto de la enorme crisis política de este partido. El PSTU, que intenta presentarse como partido combativo, clasista y revolucionario, viene perdiendo militantes y apoyo en todo el país. Entre otros factores, esta crisis se ve ampliada por las certeras y duras críticas hechas por el PCO. En este sentido, el hecho más emblemático en el último período es el posicionamiento de la dirección del PSTU en torno a la polémica del salario mínimo. En sus materiales (entre ellos, un periódico semanal y un sitio de noticias diarias en Internet), el PCO viene denunciando la postura de los partidos que defienden un mínimo de hambre para los trabajadores. El PSTU levanta la propuesta de 272 reales, que no difiere mucho del mínimo de 100 dólares defendido por el PFL.

La acción criminal del PSTU será motivo, por parte del PCO, de denuncia en todo el país, junto a organizaciones obreras y políticas internacionales. El partido reclama a todos los militantes y entidades clasistas que repudien enérgicamente esta agresión, que revela, por encima de todo, el profundo retroceso político e ideológico que se cierne sobre el PSTU.