Brasil: Se extienden los paros en la industria automotriz


Después de casi dos semanas de huelga, una asamblea de trabajadores de General Motors de São José dos Campos aprobó la propuesta de acuerdo entre el sindicato -adscripto a Conlutas- y la empresa. Canjea los 798 despidos anunciados por suspensiones (lay-off) por cinco meses. Si al finalizar ese período la empresa quiere despedir, deberá abonar una indemnización equivalente a cuatro salarios. A su vez, se abre un programa de retiros voluntarios. Se trata de una derrota. En esta ciudad ha habido más de tres mil despidos entre el comercio y los servicios a lo largo del semestre.


 


Los trabajadores de Volkswagen de Taubaté (San Pablo) ingresaron en huelga contra el despido de más de 50 trabajadores. La patronal ya venía aplicando suspensiones. A su vez, los trabajadores de Mercedes Benz de São Bernardo dos Campos, ingresaron en huelga por tiempo indeterminado ante despidos. La semana pasada, una negociación para instituir el Programa de Protección del Empleo (PPE, que habilita a las empresas a reducir salarios hasta un 30% a cambio de no despedir) fracasó porque la patronal asegura que le sobran 2 mil trabajadores.


 


Bajo el eufemismo de “adecuar la producción a la demanda del mercado” (O Globo, 18/8), como dice Volkswagen en un comunicado, las automotrices pasan de una fase inicial de suspensiones a miles de despidos.