El domingo 28 se viralizó un video grabado el día anterior donde se ve a Victoria siendo forzada a permanecer boca abajo contra el suelo, esposada, mientras una policía apoyaba la rodilla contra su espalda, bajo la mirada de otros tres uniformados. Esta brutal detención seguida de asesinato provocó un gran repudio a través de las redes sociales, el #JusticiaparaVictoria se hizo viral junto al #QuintanaRooFeminicida que denota la responsabilidad del Estado.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, manifestó “vergüenza” hacia los policías que mataron a la migrante salvadoreña. Lo anterior se contradice con lo acontecido el pasado 8 de marzo, donde en plena movilización por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora,  el gobierno ordenó un operativo en el quela policía reprimió y tiró gases lacrimógenos dejando al menos 81 heridas (BBC, 9/3). Todos los gobiernos utilizan a las fuerzas policiales como el brazo opresor del propio Estado capitalista; sin ir más lejos, lo ocurrido en Tulum se asemeja al asesinato de George Floyd el año pasado, a manos de la policía estadounidense.

La Fiscalía del estado de Quintana Roo  ha abierto una investigación por homicidio para esclarecer la muerte e imputó a los policías que se ven en el video: tres policías hombres y una policía mujer. El alcalde de Tulum, Víctor Mas Tah, anunció que los separará del cargo, pero no aclaró si quienes asesinaron a Victoria se encuentran detenidos actualmente.

El caso toca dos crisis actuales de México: por un lado, el incremento de la violencia machista reflejada en el asesinato de más de 10 mujeres al día; solo en el 2020 se perpetraron 860 femicidios, según un informe de la Secretaria Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Publica.  Y por otro lado, la crisis migratoria, puesta de manifiesto el registro de 34.993 migrantes irregulares detenidos hasta el 25 de marzo, con un aumento anual de 28 %. Las mujeres que emigran lo hacen con la esperanza de encontrar trabajos dignos y mejorar la calidad de vida de sus familiares, mayormente son mujeres jefas del hogar que tienen a su cargo a más de un hije -como es el caso de Victoria, con dos hijas adolescentes. Sin embargo, encuentran en el Estado mexicano una persecución sistemática.

 

 

Asimismo, México es el segundo país de América Latina con más crímenes de mujeres por razones de género, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Lo ocurrido con Victoria, muestra hasta qué punto la violencia que se descarga sobre las mujeres trabajadoras es impartida por el propio Estado, que en el afán de disciplinar a las mayorías populares, educa en la misoginia al conjunto de la sociedad; y como suele ocurrir, las fuerzas represivas son las primeras en desenvolver esa violencia de manera exacerbada.

Repudiamos rotundamente el accionar de la policía de López Obrador. Reclamamos justicia para Victoria. #NIUNAMENOS

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