Catástrofe en el metro de la capital de México

El lunes 3 de mayo, cerca de medianoche, se rompió una viga del puente del tren de la “Línea Dorada” (12) del metro de México DF. Como resultado de esto se derrumbó toda la estructura y cayó al abismo (veinte metros) la unidad que trasladaba pasajeros. El saldo (provisorio) de lo ocurrido son cerca de un centenar de heridos y alrededor de 25 muertos.

Un desastre previsible

La construcción de la línea 12 realizada durante el mandato de Marcelo Ebrard (2006-2012) en la jefatura del gobierno del Distrito Federal estuvo desde el principio llena de errores en el sentido de ausencia de especificidades técnicas, supervisión, compatibilidad entre vías y trenes, operación y mantenimiento, etc. El 12 de marzo de 2014 (dos años después de inaugurado) la línea 12 suspendió sus servicios en doce de sus estaciones por seis meses debido a problemas de construcción, con la finalidad -según señalaban las autoridades- de realizar “los estudios, correcciones y mantenimiento necesarios para resguardar la seguridad de los usuarios”. Cabe señalar que el tramo interrumpido se rehabilitó en 2015, pero según las quejas de los vecinos la estructura quedó resentida por los sismos de hace cuatro años y medio. No está de más señalar que Joel Ortega Cuevas (director del metro en 2012, fecha de su inauguración) dijo que los problemas de la “Línea Dorada” “ya estaban presentes desde la apertura de la línea, pero se agudizaron en el tiempo y llegaron a un grado mayor de complicación cuando entraron la totalidad de los trenes a operar”. Pero quien lo reemplazó en el cargo, Jorge Gaviño Ambriz, declaró que a su llegada se encontró con doce estaciones de la línea doce con fallas de seguridad, cinco estaciones de la línea A “ inservibles” y muchos trenes parados.

Otro Odebrecht, otro crimen de Once

La “Línea Dorada” o 12 es probablemente la obra pública más costosa de la historia de México, con una inversión financiada en conjunto por el gobierno federal y el gobierno del DF. En 2017, a pesar de las advertencias de trabajadores del metro, tuvo lugar un incendio con un muerto como saldo, en otro ramal del metro.

Tanto Miguel Angel Mancera, anterior jefe de gobierno del Distrito Federal como quien está en funciones y le sucedió “han dado sus condolencias” y han afirmado que “investigarán”. Sin embargo, quienes deberían ser investigados son ellos por lo mencionado en párrafos anteriores, tanto por la responsabilidad en las muertes ocurridas, como por la inversión mal realizada en un negocio en que los funcionarios de los sucesivos gobiernos mejicanos al menos desde 2012 hasta el presente tuvieron participación.

Estamos asistiendo a la evidencia de un fraude del Estado burgués mexicano contra el pueblo azteca, cuyas consecuencias son irreparables y en esto están embarrados hasta el caracú los gobiernos de diferente signo político capitalista. Cabe señalar, también, a las empresas que han sido parte de estos graves y luctuosos actos delictivos. En el proyecto de la “Línea Dorada” o 12 fueron beneficiarios de la adjudicación estatal -entre otras- empresas multinacionales de origen español: Ayesa y Sacyr. Esta última, fue agraciada en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador con la ampliación del aeropuerto de la capital mexicana y muchísimas obras de infraestructura ferroviarias, viales, etc., y desde luego con este fraude criminal de la línea 12 del metro. Se trata de una empresa que abarca obras de infraestructura en los cinco continentes.

Los diversos personajes que ocuparon la jefatura de gobierno del DF no solo son sospechosos de tener una enorme responsabilidad en el derrumbe del puente del metro, sino que hay pruebas incontrastables de la misma. Ebrard (cuyo origen político fue el PRI, y luego pasó al PRD de Cuauhtémoc Cárdenas), jefe de gobierno desde 2006 a 2012, luego de haberse presupuestado la obra de la “Línea Dorada” en 17.000 millones de pesos mexicanos, pagó un precio más de dos veces superior : 47.000 millones (equivalente a más de 2.000 millones de dólares). Su secretario de finanzas, responsable de esa sobrefacturación, Mario Delgado, investigado por la misma, es hoy coordinador del partido gobernante Morena, designado por López Obrador y Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno, que impulsó la construcción del metrobus ocultando su presupuesto, siendo secretaria de medio ambiente de López Obrador cuando era jefe de gobierno en 2000.

Queda claro que la razón de ser de los partidos y los gobiernos del capital es defender y administrar los negocios capitalistas del Estado y queda claro también que la cuarta transformación de Morena y López Obrador no es otra que la continuación de los chanchullos de la clase capitalista. Los afectados, sus familias, los trabajadores del metro del DF deben impulsar una comisión investigadora que coloque en el banquillo de los acusados a los empresarios, gobernantes y funcionarios responsables de este crimen.

La conclusión dolorosa de esta tragedia, pero también la única saludable, es la ruptura de los trabajadores con Morena y toda variante política de la burguesía, cuya expresión debe ser un partido obrero revolucionario y socialista para acabar con este régimen, responsable de la miseria y también de la muerte.

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