Internacionales
8/5/2014|1313
Catástrofes humanitarias (capitalistas)
Seguir
EXCLUSIVO DE INTERNET
El “drama” de la inmigración
El abordaje de la cuestión inmigratoria es la mayor ilustración del carácter reaccionario e imperialista de la Unión Europea.
La catástrofe humanitaria debido al crecimiento de la oleada inmigratoria de africanos a Europa no tiene precedentes; una travesía bárbara que se ha cobrado la vida de 20.000 migrantes en las últimas tres décadas. En octubre pasado, casi 400 personas murieron en las costas de la isla italiana de Lampedusa. Días después, frente a las costas de Mali, en el canal de Sicilia, 34 cuerpos fueron rescatados flotando, en una nueva masacre. Barcazas precarias e ilegales, organizadas por mafias que lucran con la necesidad de miles de inmigrantes, se lanzan a atravesar el Mediterráneo y llegar a las costas de Italia; que fue durante 2013 el principal receptor de inmigración irregular proveniente de Africa.
Antes que Italia, el principal punto de entrada a los territorios de la Unión Europea era a través de Grecia, por la que en 2010 ingresó el 75 por ciento de la inmigración clandestina. La militarización de las fronteras griegas llevó a la oleada inmigratoria a ingresar por Bulgaria, en el caso de los más pobres, dado que se ingresa a pie, y a Italia para los que tienen los euros suficientes para pagarle a las mafias la embarcación.
“Devoluciones calientes”
Ahora, desde principio de año las ciudades de Ceuta y Melilla, en los territorios españoles en Marruecos, se han convertido en el “punto caliente” en donde cientos de inmigrantes subsaharianos saltaran los tres muros de contención de seis, tres y seis metros, plagados de alambradas, para ingresar en territorio europeo. Cientos de africanos llevan años viviendo en los montes lindantes esperando su oportunidad, mientras son atacados, deportados y robados por la policía marroquí. El pasado 15 de febrero, 400 migrantes intentaron superar los muros y al encontrarse con la resistencia, tanto de la policía marroquí como de la guardia nacional española, decidieron lanzarse al mar para atravesar la frontera e ingresar por la playa. El intento concluyó con la muerte de 15 migrantes ahogados mientras la guardia nacional disparaba balas de fogueo y lanzaba pelotas de goma al agua para tratar de hacer retroceder a la oleada humana. Esta masacre desató una conmoción política en España Diversas ONGs denunciaron la política de “devoluciones calientes”, prohibidas por la ley de la UE, que se aplican en forma indiscriminada para hacer retornar a los migrantes a sus países de origen.
Muros
Para contener este aluvión de miserables los gobiernos “democráticos” han desarrollado una gigantesca militarización de las fronteras: muros enormes de alambres de púas, cámaras con sensores térmicos, patrullas de perros, drones y embarcaciones militares. A 25 años de la caída del muro de Berlín, el capitalismo levanta muros en Grecia, Bulgaria, Ceuta, los que se suman a los ya existentes en la frontera de México y en Palestina.
La masividad del fenómeno migratorio se da pese a los records de inversión por parte de capitales extranjeros en todo Africa, o precisamente por ello, porque está consagrado a la explotación de recursos naturales y la mano de obra descalificada e inclusive semiesclava. Los migrantes, por eso también forman parte del contingente de mano de obra más calificada.
Unir a la clase obrera
El capital aprovecha la invasión de la mano de obra barata que se agrega a la desocupación en masa provocada por la crisis para provocar una carnicería salarial y hacer pedazos las condiciones de trabajo. También para dividir a la clase obrera y usar en beneficio propio a los grupos fascistoides. La inmigración masiva pone a la izquierda revolucionaria europea frente al gigantesco desafío de unir a la clase obrera en su conjunto contra las consecuencias de la crisis capitalista. En 2005, la rebelión de jóvenes, en su mayoría inmigrantes, comenzó en Francia y recorrió Europa. Con la rebelión obrera en Bosnia la primavera pisó territorio europeo. Trabajadores europeos y no europeos tienen que enfrentar juntos la barbarie capitalista a la que los lanza la UE, el FMI y el Banco Mundial.
Martín Corbatta
Destacado: “A veinticinco años de la caída del muro de Berlín, el capitalismo levanta muros en Grecia, Bulgaria y Ceuta”.