Cayó el cobre y se acabó el “milagro”

Se acabó el llamado milagro económico chileno. En las últimas semanas el peso chileno se desvalorizó un 10 %, con tendencia a  acelerararse. La Bolsa sigue en picada y la inflación en aumento. Los balances de las grandes empresas privatizadas, bautizadas de “exitosas”, han comenzado a registrar pérdidas y los exportadores y grupos oligárquicos piden a gritos una mayor devaluación de la moneda. “Por primera vez en 10 años la balanza comercial será negativa” en unos 500 millones de dólares.(El Mercurio, 25-4-93).


El detonante de esta crisis es la caída espectacular del precio  internacional del cobre y de los otros tres o cuatro productos que exporta Chile:  harina de pescado, kiwi, manzanas y celulosa.  De este modo la crisis mundial terminó por pulverizar la “especialización exportadora” chilena, que tuvo un cierto período de auge gracias a los espectaculares precios internacionales de esos productos.


Las consecuencias son catastróficas. “Ante la fuerte baja en el precio de la celulosa… Copec detuvo por dos años un megaproyecto forestal por mil millones de dólares. El mismo grupo acaba de anunciar el cierre de dos plantas de harina de pescado, producto que el año pasado representó el 41 % del total de las exportaciones pesqueras” (ídem).  “Y siguiendo con el motor de la actividad economica —prosigue El Mercurio— nos topamos con que la construcción también está deprimida. La venta se frenó prácticamente a la mitad de la del año pasado”


“Los productores de kiwis y manzanas están viviendo una muy difícil situación derivada de los negativos resultados de la exportación de sus productos al mercado europeo” (El Mercurio,24-4-93).


La caída del precio internacional del cobre —responsable por el 40 % de las exportaciones— es del 35 % en relación al pico de u$s 1,20 la libra que alcanzó en 1990. Ahora cotiza a u$s 0.79 pero se espera una caída adicional de otro 20 % (Financial Times, 11/5). Por cada centavo que cae el precio del cobre, Chile deja de percibir 22 millones de dólares. Por esta razón se calcula que la pérdida de ingresos en el año puede superar los 500 millones de dólares.


El problema es que el grueso de la produccion y exportación del cobre está en manos del Estado y durante todos estos ultimos años , debido a los altos precios internacionales, el Estado chileno  pudo acaparar esta renta extraordinaria para financiar a los grupos capitalistas y a la “jubilación privada”. Ahora la situación se ha invertido, porque el Estado necesita meter mano en la caja de los grupos capitalistas para financiar el presupuesto. Mientras el gobierno quiere prorrogar el actual 15% que grava a las ganancias, para controlar el deficit en que incurriría el Presupuesto Nacional,  la burguesía chilena quiere reducirlo al 10%, alegando su propia quiebra.


Mientras tanto, “ya algunos inversionistas están transfiriendo sus ahorros en acciones hacia la compra de dólares” (El Mercurio, 9/5). Se ha recreado, en consecuencia, el mercado negro con un agio creciente .


Además han caído las utilidades de las grandes empresas y algunas ya operan “en rojo”, por lo que se espera una mayor depresión en la Bolsa y una fuga hacia el dólar. La “exitosa” Endesa “sufrió un duro golpe este primer trimestre que le significó reducir sus ganancias netas en 89,6 % frente a igual lapso de 1992”. Tambien Copec “fue golpeada con firmeza” y Enersis anotó una caída del 74,6 % en sus resultados. Las pesqueras pasaron directamente a registrar pérdidas.