Chávez, mediador de un ‘canje humanitario’

Hugo Chávez ha decidido intervenir como ‘mediador’ para un ‘intercambio humanitario’ de 400 guerrilleros presos por unos cuarenta políticos y militares retenidos por las Farc. Debido a un conjunto de factores, el reclamo de ese ‘intercambio’ se ha convertido, en Colombia, en una gran crisis política. Por eso, la intervención de Chávez ha sido saludada, casi con euforia, por el colombiano Uribe y el francés Sarkozy, notorios derechistas.


En el curso de una semana, desde que aceptó actuar como ‘mediador’, Chávez desarrolló una actividad febril. Recibió en Caracas a la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, designada por el presidente colombiano Uribe como ‘facilitadora’ de la negociación con las Farc, recibió a familiares de los retenidos por esa organización, se reunió con Uribe en Colombia, anunció haber recibido una respuesta de la más alta dirección de las Farc para organizar una reunión en Venezuela, la cual fue autorizada por Uribe (según informó el propio Chávez). Como ‘gesto de buena voluntad’, Chávez liberó a 41 paramilitares colombianos detenidos en Venezuela. La gestión de Chávez ha desbordado los marcos de una mediación para convertirse en una operación de rescate del gobierno colombiano.


Chávez aceptó actuar como ‘mediador’ en un terreno donde, antes, muchos otros han fracasado. Los ‘mediadores’ se han estrellado con las exigencias cruzadas del gobierno colombiano y las Farc. Estas reclaman la desmilitarización (“despeje”) de dos municipios para realizar el intercambio; el gobierno rechaza cualquier “despeje” y exige, además, que los guerrilleros liberados se comprometan a no volver a unirse a las Farc.


Chávez ha ofrecido a las Farc la posibilidad de abrir una oficina diplomática en Caracas (que se agregaría a la oferta de Sarkozy de excluir a esta organización de la lista de ‘organizaciones terroristas’ de la Unión Europea). Esto volvería a convertir a las Farc en un ‘interlocutor’ reconocido por el gobierno de Uribe. El apoyo de las Farc a esta propuesta ha sido medido, lo que motivó un reproche de Chávez en la audición “Aló, Presidente” del domingo pasado. Las Farc son duchas en mediaciones: hace una década recibieron, en plena selva, al presidente de la Bolsa de Nueva York, Frank Grasso.


Los diarios han denominado a la gestión de Chávez la “tercera vía”: el intercambio se realizaría en una zona sin militares ni guerrilleros, bajo el control de la Cruz Roja y veedores internacionales; incluso podría tener lugar en Venezuela.


Alternativas


Los analistas coinciden en que un canje constituiría una victoria diplomática de Chávez. El principal objetivo de Chávez sería establecer una “frontera segura” con Colombia (La Nación, 30/8). En la frontera entre los dos países operan los paramilitares colombianos. Muchos observadores han señalado, en especial dentro de las fuerzas armadas venezolanas, que esa frontera constituye una hipótesis de guerra. Otros destacan los intereses económicos comunes para explicar la mediación: “Quedó claro, al hablar de un regreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones, de oleoductos, petróleo, acuerdos de ganadería y comercio binacional, que la negociación por el tema del intercambio es parte de un pacto que va más allá del acuerdo humanitario” (Clarín, 1/9). Venezuela y Colombia están construyendo un enorme gasoducto que termina en el Pacífico panameño.


¿Qué sacaría Uribe? Una salida a la impasse de las negociaciones con las Farc le serviría como una cobertura frente a la crisis política desatada por el fracaso de su plan de desmovilización de los paramilitares (han surgido nuevos agrupamientos de terroristas de derecha) y las revelaciones acerca de las estrechas relaciones entre los militares, los ministros del gabinete y los paramilitares. El éxito de Chávez le daría un ‘respiro’ a Uribe e, incluso, la posibilidad de buscar una nueva reelección. Esta es la razón por la cual el mejor aliado de Bush en América Latina pidió la ‘mediación’ de Chávez a pesar de la oposición de la Casa Blanca.


¿Y si la ‘mediación’ fracasa? Sería un serio revés para Chávez, pero no para Uribe, concluyen algunos, ya que habría quedado en evidencia que no se puede negociar con las Farc. Para el editor sobre América Latina del Financial Times (28/8) cualquiera que sea el resultado de la ‘mediación’, el ganador será Chávez: si fracasa el canje, sostiene, “habrá quedado demostrado que no es un aliado de las Farc”. Esto, señala, les quitaría argumentos a sus opositores internos y externos. O sea que, después de todo, Chávez respeta los ‘códigos’ y no pretende romper con el capitalismo.


Se viene un período de maniobras y contramaniobras, golpes y contragolpes para el éxito o el fracaso de la ‘mediación’. Pero el episodio no deja de ser instructivo para caracterizar tanto a Chávez como a las Farc. Hace ya mucho tiempo que no se discierne en las Farc un objetivo estratégico, o sea que se encuentra en un callejón sin salida, que bloquea la evolución política de los explotados colombianos. El objetivo de Chávez, aún remoto, sería arbitrar un proceso de ‘reconciliación nacional’ en Colombia, con unas Farc ‘a la bolivariana’. El FSLN de Nicaragua y el Farabundo Martí podrían servir de guía.