Chile: Bachelet, un arbitraje desafiado


Distintos sectores de la burguesía argentina y sus voceros han intentado colocar a Chile como un país modelo, al cual deberíamos imitar por su prudencia macroeconómica y sus políticas de Estado. Lo mismo viene buscando desde hace años el Fondo Monetario Internacional, que califica a la economía chilena como una de las más previsibles de la región.


 


Esta mistificación del país vecino ha sido completamente desmentida por la nueva estampida de la crisis mundial. El gobierno centroizquierdista de Michelle Bachelet ya está incurriendo en un déficit fiscal importante, que se hace cada vez más insoportable. El gobierno está emitiendo cada vez más deuda con el objetivo de financiarlo.


Reforma laboral


 


El gobierno trasandino ha enviado una propuesta de reforma laboral completamente reaccionaria al congreso, que legaliza un arsenal de medidas antihuelguísticas. A través de la ambigua figura de las “adecuaciones necesarias”, el Ejecutivo le otorga a las patronales la potestad de cubrir, tanto con personal interno como con nuevas contrataciones, las funciones de aquellos trabajadores que se hayan declarado en paro.


 


El rechazo que esta reforma ha generado en el movimiento obrero provocó un cortocircuito dentro de la coalición de gobierno. Arturo Martínez, secretario general de la CUT, la central sindical ligada al Partido Comunista, declaró que “en estas condiciones hay un diálogo que se termina” (El Cronista, 14/12).


 


El roce no debe ser confundido con una ruptura, dado que el PC fue integrado expresamente a la coalición de gobierno como un factor de contención del movimiento obrero y juvenil. Sí expresa, en todo caso, un elemento de crisis política y un intento por desmarcarse -su rol de bombero le ha valido un fuerte rechazo en el movimiento docente y estudiantil.


 


Arbitraje


 


La reforma laboral reaccionaria que impulsa Bachelet forma parte de un intento de ajustar las clavijas contra el movimiento obrero ante la agudización de la crisis, que no da respiro a los gobiernos latinoamericanos. Como el petróleo venezolano o la soja argentina, el cobre chileno se encuentra en el precio más bajo en casi una década. La capacidad de arbitraje de Bachelet aparece desafiada ante el nuevo escenario -y todavía están por verse los efectos devastadores de la integración del país al Acuerdo Transpacífico.


 


Abajo la reforma laboral. Que la crisis la paguen los capitalistas.