Una amarga mañana se vivió en Chile tras lo ocurrido la noche del 10/4 en el Estadio Monumental. Lo que prometía ser un espectáculo de carácter internacional quedó manchado con sangre tras el cobarde asesinato perpetrado por Carabineros en contra de dos hinchas del Colo Colo: Martina, una joven de 18 años, y Milan Liempi, un niño de tan solo 13 años. También resultaron heridos decenas de hinchas por este accionar criminal de los pacos.

En la previa del partido contra el equipo Fortaleza de Brasil y según el relato de testigos, se generaron desórdenes en las afueras del estadio y Carabineros de Chile respondió con la violencia que les caracteriza, atropellando gente con los zorrillos (carros lanza gases) dispuestos para tal fin, lo que terminó con la vida de estos jóvenes que, a diferencia de la versión oficial, contaban con identificación y entrada en mano para hacer ingreso al recinto, según informaron sus familiares.

Pero la barbarie no terminó con el asesinato de los jóvenes, sino que se desplegó en las inmediaciones del estadio contra los hinchas colocolinos por horas, y también con las familias y amigos de las víctimas que se encontraban en la clínica donde fueron trasladados quienes sufrieron la represión de las fuerzas especiales. Las fuerzas represivas se desplegaron dentro y fuera de las instalaciones sanitarias. Un operativo represivo de alrededor de 40 efectivos contra quienes trataban de asimilar la muerte de sus seres queridos en manos de la policía. Claro está que cuentan con la impunidad para hacerlo.

Los medios hegemónicos de comunicación, como era de esperar, se han encargado de denostar a las víctimas, las intentaron responsabilizar diciendo que “no tenían entrada, por lo que se quisieron colar al estadio”, “estaban haciendo desorden”. Sin embargo, el  operativo mediático de encubrimiento del accionar criminal de Carabineros fue desmentido por los propios familiares y testigos de lo ocurrido.

Por otro lado, la noticia que giraba en casi la totalidad de los medios era sólo la invasión a la cancha por parte de los hinchas del Colo Colo, pero nada decían del por qué lo hicieron. Desde el comienzo del partido se pudo escuchar cómo la hinchada entonaba el grito de “Paco Asesino” en contra de Carabineros, alertando sobre lo que estaba sucediendo fuera del estadio, y al ser desoídos irrumpieron en la cancha para conseguir que se suspenda el encuentro.

Las autoridades, con la mente en el centenario

Las cabezas del club Colo Colo no se quedaron atrás y en sus declaraciones hicieron demagogia enviando fuerza a las familias, mientras tildaban de delincuentes a quienes interrumpieron el encuentro. El vicepresidente de la asociación dijo que “no nos van a doblegar”, haciendo referencia a que la reacción de la hinchada no va a opacar la “Fiesta del centenario del Club”. Pero lo que en verdad opaca el centenario es el accionar criminal de Carabineros, no la respuesta de sus hinchas.

Por otro lado, a pesar de haber tomado conocimiento sobre lo ocurrido, la Conmebol decidió continuar con el partido; hicieron rodar la pelota por 72 minutos hasta que la situación se volvió insostenible, claro está que para ellos el show debía continuar, para este sector una buena recaudación es más importante que las vidas.

¿Y los responsables?

Hay un paco imputado por el homicidio de los jóvenes, pero sabemos que ello no es garantía de una investigación imparcial para que se haga justicia.  Queda en evidencia que la iniciativa de “Estadio Seguro” impulsada por el gobierno de Chile es un fracaso rotundo. Antes que nada, está el propio accionar policial que cuenta con el respaldo político para reprimir a diestra y siniestra, lo que convierte en una actividad de riesgo lo que debería ser disfrutar de la fiesta del fútbol, porque ante una mínima situación Carabineros desencadena una represión de envergadura que cobra víctimas, en este caso, víctimas fatales.

De parte del gobierno, lo sucedido en el Monumental se llevó puesta a la Jefa de “Estadio Seguro”, Pamela Venegas, quien presentó su renuncia ante el flamante Ministro de Seguridad Pública Luis Cordero. Esto está muy lejos de solucionar el problema de fondo que es la impunidad con la que las fuerzas policiales actúan y cómo el Estado los ampara. A más de 12 horas de lo ocurrido, el presidente Gabriel Boric salió a declarar que la violencia no puede tomar el fútbol y que hay que "trabajar con más fuerza", como si la violencia no la desataran las fuerzas policiales -pretendió presentar los hechos como provenientes de los hinchas y no de la represión estatal. Los muertos y heridos son hinchas y el responsable es el Estado.

En un cuadro en el que desde el gobierno nacional, la oposición y la mayoría de los sectores políticos se reclama un fortalecimiento de las fuerzas represivas, que se le otorguen más herramientas a Carabineros para supuestamente combatir la inseguridad, la contracara es lo sucedido en el Monumental… un reforzamiento del aparato represivo del Estado solo trae consigo que utilicen las herramientas en contra del pueblo, en contra de una joven y un niño que por querer disfrutar de un partido de fútbol les arrancaron la vida.

Desde la Fuerza 18 de Octubre decimos:

¡Justicia por todas las víctimas!

¡Juicio y castigo a los responsables!

¡El Estado es responsable!

Terremoto mundial: entre el derrumbe de las bolsas y las protestas populares

Escribe Pablo Heller -

www.prensaobrera.com