En estos momentos se está desarrollando en la ciudad de Cali, Colombia, la II° Asamblea Nacional Popular. Convocada para el 17, 18, 19 y 20 de julio, se trata de un aporte a la construcción de una dirección de las protestas y el estallido popular en Colombia.

El dato más relevante es que, este sábado 17, la policía bloqueó las rutas y hostigó a los activistas que se dirigían a la Asamblea desde múltiples puntos del país, demorando durante largas horas el arribo a Cali. Este amedrentamiento fue sorteado luego de intensos reclamos y muestras de solidaridad.

Según las denuncias recogidas (Cali 24 horas, 17/7), el accionar policial fue especialmente duro en los “municipios de Cajamarca, La Tebaida y el sector de La Alambrada”, todos ellos en el departamento del Valle del Cauca, del cual Cali es su capital.

La situación de movilización social en Colombia, al igual que la represión gubernamental, continúan. Un planteo revolucionario hacia la Asamblea está ligado a la constitución de una plataforma de lucha contra el régimen y sus partidos, además de un pliego de reivindicaciones transitorias que cimenten el camino a la preparación de un paro nacional. Es decir, introducir una perspectiva obrera y socialista.

En simultáneo a la Asamblea, se están desarrollando en algunas ciudades (Cali, Medellín, Cartagena) los llamados Cosoles, comités de solidaridad con la rebelión ligados al movimiento obrero combativo. Allí, una serie de representantes sindicales ha elaborado un planteo político dirigido a que los Cosoles intervengan en la Asamblea, y que lo hagan con un ángulo de clase, fusionando al movimiento obrero combativo con las capas juveniles que protagonizaron las protestas. Es decir, es un punto de apoyo para romper con la tendencia a la institucionalización del proceso político. Este debate debe ser llevado a todas las fábricas y centros de trabajo, como una contribución a la recomposición del movimiento obrero de clase.

La Asamblea funcionará con plenarios, comisiones y mesas temáticas, como “plataforma de lucha y pliego” o “derechos humanos”, entre otras. Se espera una nutrida concurrencia de representantes de organizaciones y colectivos sociales en lucha.