Comenzó la ola de huelgas

Apenas pocos días después de la elección “histórica” que llevó a Nelson Mandela a la presidencia de Sudáfrica, ha estallado una ola de huelgas que amenaza abrir una crisis en el flamante gobierno de “unidad nacional”. En el caso de los empleados públicos provinciales y los trabajadores de hospitales, se trata de la protesta “contra la prevista privatización de los servicios de emergencia en la ciudad” (The Financial Times, 17/5).En la industria minera, la mina de oro Kloof ha estado parada durante seis días y aunque “el problema aparece resuelto  por el momento, dice el diario inglés, muchos analistas interpretan que éste es sólo un adelanto de lo que se viene por cuanto los sindicatos quieren tomar ventaja de un gobierno que les simpatiza para arrancar concesiones en las minas”. “Los trabajadores piensan que es hora de cobrarse cuentas” (ídem).


Los 280.000 trabajadores de la “Unión Nacional de Trabajadores Mineros” han venido librando luchas limitadas durante los últimos meses, pero “han señalado su intención de ir a fondo sobre las tradicionalmente intransigentes patronales ahora que un gobierno negro está dirigiendo el país”. A la cabeza de estas patronales está la Kloof pero también la Gold Fields, uno de los mayores conglomerados del país. El primer objetivo, según el vocero del sindicato minero, es “arrancar de la Gold Fields el derecho a organizarnos”, para lo que se planea una gran marcha a las oficinas centrales de la empresa en Johannesburgo, y más adelante, la realización de una huelga. En caso de triunfar “el objetivo es avanzar sobre otras patronales recalcitrantes”.


Según un “consultor de relaciones industriales”, el movimiento huelguístico es muy probable que se extienda hacia el resto del sector privado, por cuanto “muchas compañías demoraron las negociaciones por salarios para después de la elección” y también en el sector público “particularmente en las áreas de educación y salud” (ídem).


El proceso de luchas en desarrollo ha reabierto la crisis entre el gobierno y la COSATU —central sindical ligada políticamente al CNA—, planteada antes de la elección “cuando la federación resistió el llamado del CNA a suspender las huelgas”. Ahora, las demandas de los empleados “están forzando a numerosos dirigentes sindicales a tratar de  contener los reclamos de los trabajadores” y el anterior secretario general de la COSATU, ahora ministro “sin cartera” responsable del programa mínimo de educación, salud y vivienda, ha salido a “reclamar públicamente el compromiso del CNA en contener los beneficios privados para constituir un fondo de desarrollo” (ídem).


Todo esto revela que las masas esperan poco del advenimiento del gobierno de mayoría negra. El CNA y el gobierno racista, previendo este proceso, pactaron un andamiaje represivo y antihuelgas en la propia Constitución —derecho al lock out patronal y a despedir obreros huelguistas— que ha sido repudiado por la COSATU. Otra clara indicación de la política frente a la rebelión de los explotados negros, es el nombramiento por parte de Mandela del líder derechista del partido Inkhata, Buthelezi, como Ministro del Interior. En su primer mensaje presidencial Mandela rindió homenaje “a las fuerzas de seguridad” (monopolizadas por la minoría blanca) por su papel en el control de las elecciones “históricas”. Las “fuerzas de seguridad” han sido beneficiadas con una “ley de amnistía” de todos los crímenes políticos y sociales y con la intangibilidad de su cuerpo de oficiales.


En otro plano, cada día aparecen nuevas revelaciones que confirman que las cifras de los comicios fueron amañadas, con el acuerdo del CNA, para justificar ante la opinión pública la necesidad “constitucional” de un gobierno de “unidad nacional”. “El CNA entregó (la provincia de) Natal, en donde 15.000 personas murieron en la pasada década en la lucha entre el CNA y el (derechista) Inkhata, en interés de la paz”, señala “The Financial Times” (10/5). Por entregar debe entenderse aceptar un aluvión de votos fraudulentos para el partido derechista que le permitieron obtener un 10.5 % de los votos y acceder al gobierno. El CNA ha renunciado a presentar cargos por fraude en Natal … a cambio del nombramiento de uno de sus hombres como subjefe de la policía provincial. El resultado amañado de los comicios, que también le reportó el 20% necesario al partido Nacional de De Klerk para acceder a la vicepresidencia “no es una pequeña ayuda para Mandela en su tarea de reconciliación”, agrega “The Financial Times”.“Para el desacreditado  presidente de la Comisión Electoral Independiente —CEI—, Johann Kriegler, su cometido tuvo que ver más con la reconciliación de la gente que con la reconciliación de los votos (una conveniente excusa para un hombre que se probó como completamente inútil para la tarea de controlar una elección, pero que fue correcto)”.