“Comunistas, no pacifistas”

Los acontecimientos de los EE.UU., cargados de contenido para la imaginación colectiva, requieren un análisis marxista y no simplificaciones abstractas y desviacionistas. No podemos representar el terrorismo como una entidad ideológica abstracta, sin relación con la materialidad de la opresión, y como un contrarreflejo de la globalización. Si el terrorismo islámico reaccionario recluta a centenas de jóvenes suicidas, eso se debe a la desesperación que el imperialismo produce en la nación árabe. Si la población civil occidental está más expuesta a la crueldad de las respuestas terroristas, lo debe a las políticas criminales de sus gobiernos imperialistas en todas las partes del mundo.


Si hoy es necesario promover el más amplio frente contra la guerra, también es importante que los comunistas participen en él como comunistas, no adaptándose a un pacifismo abstracto, sino indicando en la derrota del imperialismo la única posibilidad de una paz justa y duradera. Y esto es incompatible con llamados a la ONU, entidad protagonista del genocidio iraquí.


La inserción profunda en el movimiento de la joven generación es la primera necesidad del partido, contra toda posición de aislamiento o desprecio. Pero en esos movimientos no podemos adaptarnos a las culturas neorreformistas de sus grupos dirigentes, basadas en la ilusión de que “otro mundo es posible” en el cuadro del capitalismo. Debemos, por el contrario, vincular los sentimientos antineoliberales de amplios sectores de jóvenes a la necesidad de una alternativa socialista revolucionaria como respuesta de fondo a sus reclamos por la paz, las cuestiones ambientales y los problemas sociales.


Debemos desarrollar el método leninista y gramsciano de la hegemonía, que no es sectarismo ni doctrinarismo, como piensa el compañero Bertinotti (principal dirigente del PRC), sino batalla leal, dentro de la construcción cotidiana de los movimientos, por la afirmación de un proyecto comunista y revolucionario, cuya definición, después de diez años (de PRC) debería ser la primera finalidad del V Congreso del partido.