Internacionales
12/1/2021
Corea del Sur: un tribunal exige a Japón indemnizar a mujeres que fueron esclavizadas sexualmente
Durante la Segunda Guerra Mundial.
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Un tribunal surcoreano dictaminó este viernes pasado que el gobierno japonés deberá recompensar económicamente a doce mujeres que fueron esclavizadas sexualmente durante la Segunda Guerra Mundial.
Se estima que Japón, potencia ocupante de la península coreana, tuvo una cifra de 200.000 mujeres prostituidas en tiempos bélicos. Fueron capturadas en China, Corea y Filipinas. Fueron bautizadas con el eufemismo “mujeres de confort” y sus historias habían sido calladas hasta que las sobrevivientes, ya ancianas, se atrevieron a demandar a Japón por daños y perjuicios.
Las autoridades japonesas, por su parte, desestimaron el caso desde un inicio, y se escudaron bajo la inmunidad soberana, una doctrina legal que considera impropio que un tribunal extranjero enjuicie a un Estado soberano. Pero el tribunal señaló que esto no vale para crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.
Japón argumentó también que este asunto estaba cerrado por el tratado de reanudación de relaciones diplomáticas de 1965 y porque hace seis años, de común acuerdo, se firmó un tratado en donde Tokio se comprometía a donar mil millones de yenes a una fundación de sobrevivientes, y su familia. El entonces primer ministro, Shinzo Abe, había ofrecido también sus disculpas. Sin embargo, en el 2018, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, anuló el acuerdo porque según él, esto no reflejaba los deseos de las mujeres.
El secretario de Gabinete japonés tildó el veredicto como algo “lamentable” y expresó que su gobierno tomará cartas en el asunto, tensando mucho más la relación entre ambos países. Vale señalar aquí que en 2019 ambos países se eliminaron de sus respectivas listas de socios comerciales preferentes. Alegando motivos de seguridad nacional, Japón frenó el acceso surcoreano a insumos claves para la fabricación de semiconductores, una de las principales exportaciones del país peninsular. El comercio y el turismo entre ambas partes decrecieron fuertemente.
Además de esta disputa, expresiva de la guerra comercial a nivel global, los dos Estados se enfrentan por el archipiélago de Dokdo, que tras la guerra quedó en manos de Corea del Sur. Las tensiones territoriales vienen recrudeciendo en toda la región, como lo ilustran los ejercicios militares navales de varios países en el disputado Mar de China Meridional. Japón, por su parte, se está rearmando y discute reformar un artículo constitucional que impide a sus Fuerzas Armadas operar en el extranjero.
El fallo se da en este contexto de inflamación de las tensiones.
De las doce demandantes, solo cinco siguen con vida. “Estamos todos muy emocionados. Ahora toca estudiar las posibilidades para que Tokio realmente pague los daños y perjuicios a las víctimas según lo establecido”, dijo Kim Kang-won, el abogado de las demandantes, tras conocer la sentencia (El Mundo, 8/1).
Gracias a las movilizaciones de mujeres de los años noventa es que este tema emergió y así fue que se crearon organizaciones que apoyan a las víctimas, declarando desde un principio que la motivación principal nunca fue el dinero sino más bien un reconocimiento. “Lo que quieren es que el gobierno japonés informe a sus ciudadanos de las atrocidades que ha cometido”, explica Kim Dae Wol, una de las mujeres de la organización (Infobae, 8/1).
La esclavitud sexual de cientos de miles de mujeres asiáticas fue uno de los tantos horrores de la guerra imperialista. En la actualidad, el mundo asiste a una guerra comercial y a la recreación de tendencias bélicas en todo el mundo. Los trabajadores del mundo deben enfrentar esta situación.
¡Justicia por todas las sobrevivientes! ¡Basta de explotación sexual hacia las mujeres!