Correa, por varios cuerpos

Después de la victoria de Chávez, la que acaba de obtener Correa en Ecuador templa el ánimo del movimiento bolivariano. Los informes electorales soslayan, sin embargo, la existencia de una abstención del 40%, lo que ubica la votación de Correa en un 30% del padrón. CFK ya se imagina cabalgando sobre la joroba de Scioli y dando el codazo a Macri y De la Sota; ni hablemos de Juez-Prat Gay-Alfonsín-Binner-Solanas. Morales, en Bolivia, pelea ya la posibilidad de una re-reelección.


Para la prensa internacional, la victoria holgada de Correa, que se descontaba, obedece a un programa generoso de obras públicas y asistencia social. Este se da como consecuencia del elevado precio internacional del petróleo, que relega la exportación del famoso plátano ecuatoriano y de las flores. La crítica advierte que Ecuador ya sufre problemas fiscales y de liquidez. Lo cierto, sin embargo, es que en un país que atravesó, entre 2000 y 2003, por varias insurrecciones populares, el manejo social de la renta petrolera no encuentra alternativa. Ecuador ratifica la falsedad de la opinión de que la derecha representa una amenaza real a los gobiernos nacionalistas. Lo de Colombia es claro: el sucesor de Uribe tuvo que despegarse del uribismo. Un tema diferente es el fracaso de la izquierda ecuatoriana, nucleada en la Coordinadora de Izquierdas (MPD, Pachakutik, maoístas), que contaba con obtener el 12% de los sufragios y tuvo que conformarse con el 3. La Coordinadora, sin embargo, compite con Correa con un programa similar de redistribucionismo de ingresos fiscales: no le opone un cambio revolucionario de las relaciones sociales.Los éxitos electorales no acreditan, sin embargo, un ascenso renovado del chavismo. El llamado proyecto bolivariano ha empezado a girar, desde hace tiempo, sobre un mismo eje: el redistribucionismo fiscal -o sea que no avanza en transformaciones sociales, y esto lo fuerza a crisis financieras crecientes, como lo demuestra la situación de Venezuela. Como fenómeno continental, ha perdido hace tiempo la iniciativa.


Los resultados electorales en Ecuador refuerzan la importancia de una conferencia internacional de la izquierda combativa, que permita desarrollar su capacidad de alternativa socialista al nacionalismo pequeño burgués.