El próximo 3 de junio, Tatiana Gamboa, militante del Movimiento Costarricense de Solidaridad con Palestina, será sometida a juicio, acusada de “resistencia a la autoridad”.

El 15 de mayo pasado, en el marco de las movilizaciones internacionales en ocasión de un nuevo día de la Nakba (que conmemora el desplazamiento forzado de 700 mil palestinos para la formación del Estado de Israel), en Costa Rica los manifestantes fueron reprimidos, y Gamboa acusada.

Es un verdadero bochorno que, mientras los responsables de un genocidio pueden seguir cometiendo con total impunidad sus atropellos contra un pueblo entero, quienes se movilizan para denunciarlo sean perseguidos y judicializados.

En el caso de Gamboa, este es el corolario de una larga persecución. Fue arrestada y deportada por Israel y luego sistemáticamente intimidada por la justicia de Costa Rica, que ya la condenó en el pasado, acusándola de hacer pintadas frente a la embajada sionista y de quemar una bandera israelí.

Repudiamos enérgicamente el juicio y la persecución contra Gamboa, que no es un caso aislado, sino que se inscribe en un cuadro de persecución global instigado por el sionismo y los gobiernos y políticos cómplices. Vale señalar, por ejemplo, que Donald Trump acaba de amenazar con la deportación a los estudiantes que protestan en apoyo a Palestina.

No al genocidio. No a la persecución. Por una Palestina libre.