Si el operativo israelí sobre la Franja de Gaza, que ya dejó casi 35 mil muertos y dos millones de desplazados, es ocultado y tergiversado por los gobiernos “occidentales” y los grandes medios de comunicación, más invisibilizada aún es la situación en Cisjordania.

Allí, desde octubre de 2023, más de 450 palestinos fueron asesinados en redadas del ejército israelí o en ataques de bandas de colonos armados desde el Estado, según el Ministerio de Salud palestino. El ministro de Seguridad Interior hebreo, Itamar Ben-Gvir (de Poder Judío), compró 10 mil rifles en aquel mes para armar a civiles (Times of Israel, 10/10/23) y en marzo de este año aseguró que se otorgaron ya 100 mil licencias para portar armas, sobre un total de 300 mil solicitudes (ídem, 18/3).

Desde el viernes pasado, al menos seis palestinos murieron en una nueva ola de acciones criminales del ejército israelí y las bandas fascistas. Comenzó con la desaparición de Benjamín Ajimair, un joven colono de 14 años, cuyo cuerpo apareció un día más tarde. El gobierno de Tel Aviv asegura que fue “asesinado en un ataque terrorista” (El País, 13/4).

Las bandas de colonos armados, en muchos casos encapuchados, irrumpieron en varias localidades palestinas de Cisjordania, atacando con armas de fuego a sus habitantes e incendiando viviendas y automóviles. El fotógrafo israelí Shaul Golan denuncia que fue golpeado y desnudado por una de estas bandas cuando tomaba fotos del incendio sobre las viviendas. La ONG israelí B’Tselem afirma que efectivos de las fuerzas armadas participaron de estos ataques, o bien los apañaron.

“Decenas de miles de palestinos fueron abandonados en las últimas horas a la violencia salvaje de las milicias de colonos armados (…) mientras las aldeas están en llamas y el número de muertos y heridos aumenta, el ejército israelí permite o participa en los disturbios”, dice un comunicado de dicha entidad (Prensa Latina, 16/4).

La organización de derechos humanos palestina Al-Haq, por su parte, indica que los ataques de colonos se han multiplicado hasta llegar a un promedio de ocho por día en la actualidad. En tanto, el promedio de palestinos desplazados mensualmente de sus territorios asciende a 280, el nivel más alto desde que Naciones Unidas inauguró el relevamiento, en 2017 (Al Jazeera, 16/4).

En total, son cerca de 750 mil los colonos israelíes instalados en Cisjordania y Jerusalén Este, un proceso que se desenvuelve cada día más. Los palestinos viven en aldeas aisladas entre sí por el aparato militar sionista. Paralelamente, varios ministros y diputados israelíes reclaman la expulsión de los palestinos de Gaza.

Este proceso de colonización territorial está en la base del conflicto palestino-israelí. La fundación del Estado sionista, en 1948, implicó la deportación de 700 mil personas de sus hogares.

No al genocidio en Gaza. Por el derecho al retorno del pueblo palestino. Por una Palestina única, laica y socialista.

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