Crisis financiera en los Estados Unidos

Una de las mayores “consultoras” del mundo capitalista – Bloomberg – acaba de alertar sobre la posibilidad de un colapso financiero. Podría ser “aún peor” que el que “arrasó con el sector tecnológico” y hundió a Wall Street entre el 2000 y el 2002 (El Cronista, 19/11).


El derrumbe tendría su principio en una venta masiva de acciones y títulos de grandes fondos de inversión que deben hacer frente al retiro de inversiones de sus propios clientes y afrontar juicios millonarios en su contra. El detonante ha sido el descubrimiento de operaciones irregulares de estos fondos que beneficiaban a algunos peces gordos y a los propios administradores en detrimento de la masa de inversores.


Lo que está en juego en todo esto son recursos simplemente colosales: los fondos norteamericanos manejan una montaña de dinero del orden de los 7 billones de dólares (¡un 65% del producto bruto norteamericano!), depositados por 95 millones de inversores, en gran proporción para futuras jubilaciones. Una investigación que comenzó en septiembre pasado puso de relieve que la mitad de 88 compañías seleccionadas para el escrutinio de sus balances practicaron durante años operaciones ilegales contra sus inversionistas. Entre las cuestionadas se encontraban Putman Investment, la quinta en el “ranking” por su volumen de fondos, y la Alliance Capital, vinculada al Bank of America.


En los últimos días, “los títulos bursátiles de las firmas afectadas por el escándalo están cayendo ante la posibilidad de que las compañías empiecen a vender activos para hacerse de dinero líquido o en previsión de que los inversores se desprendan de más fondos conforme se van destapando nuevos detalles de la trama” (El País, 15/11). También, por primera vez, “las acciones de grandes corporaciones estadounidenses, como Microsoft o General Electric, donde estos fondos concentran sus inversiones, están empezando a sufrir” (ídem).


Por otra parte, la bola de nieve de retiro de fondos “puede ser muy grave para la economía norteamericana: esto se debe a que mientras en 1992 sólo el 25,8 de los hogares del país tenía inversiones en estos fondos, en la actualidad, la cantidad de hogares que tiene ahí invertidos sus ahorros asciende al 54,2” (Cronista, 19/11).


Finalmente, el martes y miércoles de la semana pasada la policía federal norteamericana arrestó a 47 grandes operadores de divisas, “en uno de los más espectaculares operativos jamás realizados entre los medios financieros” ( Le Monde, 21/11). Se trata de los llamados corredores de cambio vinculados a grandes bancos norteamericanos, que se ocupan del tráfico de monedas y que ahora están en el banquillo de los acusados imputados “por blanqueo de dinero, negociados con armas, tráfico de drogas, etc.” (ídem).


La extensión que alcanzan los delitos económicos es una consecuencia de la vertiginosa caída de la tasa de beneficio del capital, lo cual “fuerza” a un puñado de capitalistas a “recuperarla” por otros medios.