Bolivia: Crónica de una batalla

El fascismo no logra tomar la zona Plan 3000

desde Santa Cruz - Bolivia

El martes 9 de septiembre comenzó la toma de instituciones estatales por parte de los grupos de la derecha fascista. Al atardecer, la rotonda del Plan 3000, en cuyas cercanías se encuentra la radio Integración, comenzó a llenarse de gente.

Como es ya costumbre, los parlantes colocados a la entrada del precario mercado de la zona informaban y llamaban a los vecinos a congregarse, pues se temía, con justa razón, que la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) trataría nuevamente, tal como sucedió en el último paro cívico, de tomar este lugar.

Entre los congregados se comentaba lo que sucedía con indignación y algo de incertidumbre. Radio Patria Nueva había sido acallada, el canal estatal estaba destrozado y se podía presumir que atacarían la radio Integración -favorable al gobierno y que tratarían de incendiar el mercado, como había ocurrido en otras ocasiones.

Los congregados aquella noche no pasaron de 300 y estuvieron en vigilia con palos, petardos y piedras para responder a un eventual ataque. El miércoles 10, mientras continuaban los actos delincuenciales promovidos por la derecha, la tensión iba en aumento. Temprano ya en la tarde, la rotonda y las avenidas aledañas se encontraban en emergencia, aumentando el número de personas congregadas. Esa noche se dieron fuertes enfrentamientos que duraron hasta las 4 de la mañana. Los unionistas y partidarios del prefecto no pudieron llegar a la rotonda, siendo correteados por cientos de jóvenes, en su mayoría congregados para defender al Plan.

-¡Uh, uh, uh!- entonaban en son marcial cientos de jóvenes que arremetían contra los fascistas. Se veían escudos hechos artesanalmente (algunos donados por personas particulares), palos, petardos, piedras, etc. Detrás de los combatientes de primera línea marchaban personas con bolsas o mochilas llenas de petardos. Los alrededor de 600 congregados eran gente anónima -aunque algunos pertenecían a la Unión Juvenil Popular, un buen número a los “Igualitarios”, etc.

Superados por la masa, los fascistas no dudaron en hacer uso de amas de fuego, produciéndose al menos dos heridos de bala.

El jueves 11, la UJC hizo el intento más serio de tomar el Plan, congregando tres grupos para tal efecto, según informó sin ruborizarse el diario El Deber de un día después. Según tal medio, el ataque fracasó por falta de coordinación. Lo cierto es que alrededor de las 8 de la noche, uno de tales grupos -de alrededor de 500 jóvenes-, pasaba por la plaza de la Villa 1º de Mayo. Además de un difuso sentimiento “anticolla” (la villa es una población de orígenes migrantes), lo que reúne a estos grupos es también -según se denuncia- la promesa de un pago de dinero.

Sea como fuere, en esta noche se congregaron en la rotonda para defender el barrio de la agresión fascista un mínimo de 3.000 personas. Los grupos unionistas que se atrevieron a acercarse y fueron fácilmente dispersados. En algunos grupos se discutían temas políticos, se hablaba de la expulsión del embajador yanqui, notándose un marcado apoyo a Evo Morales.

El viernes 11 no hubo grandes novedades, salvo que los niveles de organización mejoraron. Así, ya se organizaban entre los congregados grupos de 20 combatientes a cargo de un comandante, a quien se entregaban petardos. “La Venganza”, era el nombre puesto por algunos muchachos a uno de esos grupos.

Hasta el domingo 14, la UJC no ha logrado tomar el Plan. Sus líderes, carentes totalmente de formación política, representan, sin embargo, un típico fenómeno fascista.

Los hechos recientes (ha sido importante lo sucedido en el revocatorio) han colaborado a elevar el nivel de conciencia de las masas. No obstante, se hace necesario darle consistencia política. Hay mucho por hacer en esta población que ha empezado a levantarse.