Cuba: Ahora que se asentó el polvo

The New York Times ha sido generoso con el gobierno de Cuba. El 27 de febrero pasado reveló que los pilotos de la organización ‘gusana’ Hermanos para el Rescate se habían comprometido a desobedecer cualquier intimación a aterrizar que se les hiciera cuando violaran el espacio aéreo cubano. “Si morían”, dijeron, “era por elección propia”. Lo que hizo la fuerza aérea cubana hace diez días fue entonces casi una fatalidad.


Pero al día siguiente, el “Times” fue bastante más lejos. En un editorial reconoció “el derecho de Cuba, como el de cualquier otro país, a la autodefensa y a la seguridad de su espacio aéreo” y hasta admitió la legitimidad de la “paranoia” del gobierno cubano en vista de la historia de intentos norteamericanos para derrocarlo. De los Hermanos para el Rescate, denunció su “conducta provocativa y su determinación de hacer subir las tensiones entre Washington y La Habana”. Señaló también que los controladores aéreos cubanos advirtieron a los pilotos de las aeronaves que ingresaban en espacio prohibido. ¿Cuál es la conclusión, entonces?


Primero. Sería dañino para Estados Unidos retirar a sus diplomáticos de La Habana.


Segundo. Es un error apoyar la legislación que castiga a las compañías no norteamericanas que hacen negocios con Cuba. Esto apartaría aún más a los Estados Unidos de sus aliados.


Tercero. Hay que reclamar a Cuba métodos de intercepción ‘menos letales’ (textual).


Nuestra conclusión: el capitalismo puede seguir viniendo a Cuba, incluso invadirla, mediante vuelos regulares de línea.