Internacionales
20/2/1997|528
De la restauración capitalista a la rebelión en masa
Cientos de miles de exasperados albaneses vienen ocupando, desde hace semanas, las calles en todas las ciudades del país, en lo que es la movilización popular más masiva, prolongada y explosiva que se recuerde en la historia de la pequeña república balcánica. Las manifestaciones, en muchos casos acompañadas de huelgas, han creado "un riesgo cierto de guerra civil" (Clarín, 2/2) y plantean la perspectiva de la caída del gobierno encabezado por el derechista Sahi Berisha.
En su ira, los manifestantes han incendiado comisarías, municipalidades y hasta la sede de la empresa petrolera estatal. Fueron movilizadas tropas del ejército para impedir que el Banco Central albanés y los ministerios corrieran la misma suerte. Uno de los ministros, que pretendió ‘dialogar’ con los manifestantes, fue golpeado y tomado como rehén durante varias horas. La magnitud de la movilización popular es tal que "el gobierno parece haber perdido el control en algunas de las grandes ciudades"(Financial Times, 2/1).
Los manifestantes exigen que el gobierno devuelva los depósitos de las ‘financieras’ que han quebrado, dejando a más del 90% (El Cronista, 28/1) de la población sin sus ahorros. ¡Más de 1.000 millones de dólares se han evaporado en manos de los ‘novísimos’ capitalistas albaneses! Para medir la envergadura de la estafa, basta señalar que triplica el monto del déficit público.
Las ‘financieras’ quebradas habían montado un sencillo ‘esquema’: ofrecían intereses siderales (hasta el 300 y el 400%) para atraer depósitos que, claro, los banqueros nunca pensaron en devolver. La ‘bicicleta’ sólo podía funcionar mientras pudiera captar nuevos depósitos, para pagar los intereses de los que habían entrado antes. Cuando las ‘financieras’ se chuparon, literalmente, todos los ahorros de la población, sobrevino la bancarrota inevitable.
Lo que ha ocurrido en Albania, sin embargo, no tiene nada de excepcional en los países en los que se encuentra en marcha la restauración del capitalismo: en Rumania, un fondo llamado‘Caridad’ estafó más de 1.000 millones de dólares a unos cuatro millones de ahorristas; en Rusia, la financiera MMM estafó en varios miles de millones a millones de rusos.
Todo esto pone una vez más en evidencia que la restauración del capitalismo significa el saqueo sin límites.
El ‘caso albanés’ se destaca por el monto estafado y la enorme proporción de la población que fue estafada. Ocurre que hubo activa complicidad del gobierno. Las ‘financieras’mantienen "estrechos lazos con el gobierno" (The New York Times, 3/2) y han financiado las campañas electorales del partido oficial. Según informa El Cronista (28/1), estas‘financieras’ servían para lavar dinero ‘sucio’ proveniente del tráfico de armas y drogas con la vecina Yugoslavia. En el ‘centro’ de la estafa se encuentra el holding Vefa, la mayor compañía privada del país, directamente ligada al partido gobernante (Financial Times, 1/2).
El vaciamiento ya está provocando el "colapso" (Financial Times, 2/1) de la banca estatal y de las finanzas públicas, precisamente cuando el FMI reclama un enésimo ‘programa de austeridad’ para reducir el galopante déficit fiscal.
Bajo la presión irresistible de la calle, el gobierno aprobó una ley que garantiza la devolución de los depósitos. Pero no tiene ninguna posibilidad de hacerlo. Varios reportes informan que el gobierno no ha recurrido a la represión porque teme que los policías, muchos de ellos también estafados, se rebelen contra él.
Frente a millones de trabajadores que perdieron todo, el presidente Berisha acaba de declarar que "en una república libre y democrática, prestar dinero es uno de los derechos inalienables del ser humano" (The New York Times, 3/2). En otras palabras, para las masas trabajadoras el capitalismo significa el ‘derecho inalienable’ a ser estafadas, saqueadas y explotadas.
Albania confirma el enorme vuelo que está cobrando la movilización de los explotados en todo el mundo.