“De la revolución sandinista queda el heroísmo de un pueblo que decidió sacudirse a una dictadura de más de 40 años”

Reportaje a Mónica Baltodano, en vísperas del Foro Internacional Antirrepresivo.

Baltodano debió exiliarse en Costa Rica

Mónica Baltodano fue una de las comandantes del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) y participó de la revolución de 1979, que derrocó al dictador Anastasio Somoza. Enfrentada al gobierno actual de Daniel Ortega, debió exiliarse en Costa Rica. Baltodano participará del Foro Internacional Antirrepresivo del sábado 26, del que formarán parte decenas de organizaciones de todo el mundo.

¿Cómo caracterizarías al régimen de Ortega- Murillo?

Es una dictadura familiar, que basa su dominación en el control de los cuerpos armados: Ejército, Policía y grupos paramilitares.  El régimen económico es netamente capitalista en sus formas más neoliberales. Sus políticas han favorecido al capital financiero nacional y las empresas transnacionales, así como la explotación de los recursos naturales. Es un régimen extractivista, con amplias concesiones a las mineras,  con quienes  ha avanzado -a base se represión y muerte- sobre los territorios de las comunidades indígenas, por tanto es también colonialista. Y enemigo de los derechos de las mujeres y sus organizaciones a quienes ha perseguido. Desde el punto de vista político es un régimen cerrado que ha fingido democracia electoral, pero que recientemente se ha declarado abiertamente  totalitario y absolutista al hacer virtualmente una nueva constitución, un adefesio que nos retrotrae a la Edad Media, en que crea la figura de copresidente para otorgar ese status a Rosario Murillo, pero que además eliminó la división de poderes y estableció que los ahora llamados “órganos” de justicia, electoral, legislativo, están subordinados a  los dos copresidentes: Ortega y Murillo.

¿Cuál fue el saldo represivo que dejó la rebelión de 2018?

La CIDH documentó más de 350 personas asesinadas, aunque hay aún más. Más de 2 mil heridos, más de 800 prisioneros en esa etapa. Cientos de testimonios que corroboran que la dictadura practicó torturas, tratos crueles y violaciones sexuales a jóvenes de ambos sexos. Más de doscientas mil personas exiliadas solo en ese tiempo, pero luego vinieron nuevas oleadas que cifran la migración económica y política en 800 mil nicaragüenses, en un país de 6 millones de habitantes.

También se han cerrado más de 5 mil organizaciones de todo tipo: organizaciones como el Movimiento Campesino que luchó contra la concesión canalera que les expropiaría sus tierras, los sindicatos, los partidos, y también las organizaciones de mujeres, ambientalistas, de periodistas, jóvenes, defensores de derechos humanos, todas han sido cerradas, confiscándoles sus bienes. Han caídos sobre los bienes de más de 20 universidades incluyendo la Universidad Jesuita (UCA). Los profesores han tenido que huir de Nicaragua. No hay ni un solo medio de comunicación independiente.  Todos están operando desde el exilio. No hay libertad de ningún tipo: organización, movilización, reunión, información, prensa, libertad de pensamiento. Y hay una feroz persecución a las iglesias y a las actividades religiosas que congregan fieles. Están prohibidas las procesiones religiosas y decenas de sacerdotes y hasta obispos han sufrido cárcel, tratos crueles y destierro.

Explicános en qué consistió la "desnacionalización" de opositores

Empezó en 2023 con el destierro de 222 presos políticos. Fueron enviados a Estados Unidos y acto seguido declarados traidores a la patria y desnacionalizados. Días después 94 nicaragüenses más, entre las que me encuentro (junto a mi compañero Julio López y mi hija Mónica López) y conocidos intelectuales como Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Carlos Fernando Chamorro, también fuimos desnacionalizados, nuestros bienes personales confiscados y hasta la pensión de jubilación de los de la tercera edad nos quitaron.  Luego siguieron el año 2024 otras 135 desnacionalizaciones a presos políticos desterrados a Guatemala. Con esos ya llegamos casi a 500. Pero también hay miles de desnacionalizados de facto… a quienes no les dejan entrar al país, o a los que no les renuevan sus documentos: pasaportes, cédulas, y quedan en el limbo de la Apatridia de facto. El sometimiento de tanta gente a esta condición de apatridia no la aplicaron ni las dictaduras más feroces del siglo XX.

¿Cuáles son los sectores del pueblo trabajador más golpeados por la represión?

Los trabajadores formales han perdido toda posibilidad de ser representados en sus intereses. Las trabajadoras de las maquilas, por ejemplo, quedaron sin organización que les representara porque fue ilegalizada la Asociación María Elena Cuadra y por tanto en Nicaragua todos sus derechos han sido conculcados. Los campesinos han sido brutalmente perseguidos. Los trabajadores informales que son la mayoría en nuestro país, son golpeados por la inflación, la falta de empleo y por la crisis económica. No lo digo yo, está demostrado que son las preocupaciones de la mayoría, según las encuestas.

¿Qué queda de la revolución sandinista?

El heroísmo de un pueblo que decidió sacudirse a una dictadura de más de 40 años, la dictadura somocista y apostar a la construcción de una sociedad con justicia social, derechos para las grandes mayorías y acceso a los bienes comunes.  Para ello confió en una organización guerrillera heroica como era el Frente Sandinista. De esa organización y de sus liderazgos y de su ambición de poder y privilegios surgieron los monstruos, es cierto.

Pero queda le experiencia y las lecciones de haber logrado iniciar ese camino con decisión y unidad. Y de los años posteriores uno de los más importantes es de la toma de conciencia de que solo el pueblo organizado es capaz de realizar las transformaciones. La mayoría de esas transformaciones han sido eliminadas, pero la memoria histórica de ese tiempo no ha muerto. Estoy segura de que las experiencias de ese tiempo serán importantes para las tareas de transformación del presente y el futuro.

¿Qué importancia te parece que tiene el foro antirrepresivo?

Es fundamental en un momento en que la humanidad está siendo sometida a todo tipo de violencia, y cuando desde los imperialismos se impone el terror entre las poblaciones, se desatan guerras de agresión como la de Rusia contra Ucrania, genocidios como el que sufre el pueblo palestino, persecución brutal contra los migrantes como practica el gobierno de Donald Trump y cuando desde los Estados se practica literalmente el terrorismo. Como ocurre en mi país. Es indispensable unir voluntades, fuerzas y acciones que trasciendan las fronteras nacionales, para construir nuevos frentes que reclamen el fin de este estado de cosas.

Decenas de organizaciones de todo el mundo se suman al Foro Internacional contra la Represión y la Persecución Política
Se celebrará on line el 26 de abril. -
www.prensaobrera.com