De renegados y secretariados unificados: algunas reflexiones históricas

A propósito de la resolución del Secretariado Unificado de sacar a la dictadura del proletariado de su programa (que como cualquier marxista recuerda fue definida por Lenin en El Estado y la Revolución como la línea divisoria entre los marxistas revolucionarios y los reformistas parlamentarios), quizás sería útil recordar las raíces históricas de esta revisión de la teoría marxista del Estado. Fue planteada originalmente por el renegado Karl Kautsky, que en 1905 había saludado la primera Revolución Rusa como el anuncio de una era de revoluciones europeas que culminaría con la “dictadura de la sociedad socialista”.(1)


En 1910, bajo la presión de la aristocracia obrera de un país imperialista como Alemania, y especialmente de la burocracia sindical, este antiguo defensor de la “ortodoxia” marxista contra el revisionista Bernstein rompió con sus compañeros del ala izquierda de la socialdemocracia (Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht, Franz Mehring, Karl Radek, etc.) para crear el ala “centro” del partido, que es el orígen histórico del término “centrismo”. Cuando, siete años más tarde, tuvo lugar la gran Revolución de Octubre, Kautsky renunció a sus puntos de vista de 1905. Condenando la disolución de la Asamblea Constituyente por los Soviets, se inclinó ante los fetiches del parlamentarismo burgués y se unió al campo de la contrarrevolución democrática, apadrinada por el líder racista del imperialismo norteamericano, el presidente demócrata Woodroow Wilson. Su más estrecho compañero en el USPD (Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania) fue Eduard Bernstein, que nunca había renunciado a sus puntos de vista revisionistas.


Kautsky escribió tres libros en defensa de la contrarrevolución democrática, los dos primeros de los cuales fueron respondidos por Lenin y Trotsky. La Revolución Proletaria y el renegado Kautsky, de Lenin, fue una respuesta al libro de aquél. La dictadura del proletariado (1918); y Terrorismo y Comunismo: una respuesta a Karl Kautsky (1920), de Trotsky, fue escrito en respuesta al libro de Kautsky Terrorismo y Comunismo: Una contribución a la historia natural de la revolución (1919). Todos estos títulos están disponibles en inglés en el Marxists Internet Archive (MIA).(2) En 1921, Kautsky escribió un tercer libro contra la revolución bolchevique: De la democracia a la esclavitud estatal: una discusión con Trotsky, que nunca fue traducido al inglés.(3)


En su brillante trabajo La dictadura proletaria y el terrorismo, de 1919, el dirigente bolchevique Karl Radek describe el punto de vista de los revolucionarios sobre Kautsky, en ese momento, de la siguiente manera: “Mientras largas filas de curas con incensarios que se balancean marchan al frente de las tropas de Kolchak, y se empeñan por quebrar el coraje de los campesinos en el Ejército Rojo poniendo en alto imágenes sagradas, Karl Kautsky levanta ante la vista del proletariado de Rusia y de Europa una imagen de una democracia que funciona a las mil maravillas en una mano y una imagen terrible del despotismo proletario en la otra.” (4) Evidentemente, concluye Radek, Kautsky nunca asimiló las lecciones de la Comuna de París de 1871, que fue también una insurrección contra el resultado del sufragio universal en Francia, desde el momento en que la Asamblea Nacional elegida después de la caída de Luis Napoleón incluía 400 monárquicos y 200 republicanos.


La contrarrevolución democrática sería empleada más tarde por la burguesía repetidamente, para confundir a las direcciones de los obreros revolucionarios, por ejemplo a los inexperimentados cuadros de la IV Internacional durante el período revolucionario que se abrió en Europa Occidental inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.(5) Una organización incapaz de asimilar las más elementales lecciones políticas de los últimos 85 años de lucha de clases es una ficción política, incluso si tiene la imprudencia de vender sus baratijas usurpando el nombre del gran revolucionario León Trotsky.