La crisis que ataca los valores intrínsecos del sistema capitalista se muestra en Finlandia en el deterioro del sector industrial tradicional. Las firmas productoras de celulosa más importantes del mundo han invertido enormes sumas de dinero, pero no han recibido lo que consideran siquiera ganancias razonables. “Un resultado neutro no es suficiente. Invertimos mucho dinero en esas fábricas”, ha dicho Jouko Karvinen, el gerente ejecutivo de Stora Enso, luego de anunciar el cierre de algunas fábricas en Finlandia. Miles de trabajadores fueron despedidos y distritos enteros han sido afectados. Hace poco tiempo, Stora cerró dos fábricas en los Estados Unidos. Otra firma multinacional, UPM, ha cerrado fábricas en Finlandia y despedido a 3.600 trabajadores. En Voikaa, debido al cierre de la fábrica, todo el pueblo ha perdido su medio de subsistencia. Las fábricas cerradas dejan tras de sí desempleo y una enorme destrucción ambiental.

El aumento de los precios de la materia prima para la producción de papel junto con la devaluación del dólar ha causado grandes pérdidas a los pulpos multinacionales. La inflación y otros factores que elevan los costos, como los nuevos aranceles a la exportación de Rusia, aumentaron los precios de la materia prima un 45/65% en un año. La baja del dólar es un golpe a la competitividad de este tipo de industria. “Cerrar fábricas es algo penoso, pero actúo para asegurar el futuro de la corporación”, dijo el gerente ejecutivo de Stora a la prensa.

Los trabajadores deben obligar a los líderes sindicales a movilizar a todos los trabajadores a una huelga general en forma inmediata de todo el sector de la industria del papel en Finlandia. Al mismo tiempo, los trabajadores deben actuar en forma independiente de los burócratas sindicales. La población de cada distrito debe comenzar a reunirse en asambleas vecinales. Deben sugerir propuestas concretas para coordinar la lucha contra los pulpos multinacionales. La lucha debe incluir a otros sectores de la sociedad que sufran por el cierre de las fábricas. Como método de lucha sugerimos la ocupación de los lugares de trabajo cerrados. “Los capitalistas quieren achicar sus pérdidas y llevar sus capitales fuera del país e invertirlos en lugares más rentables. Debemos actuar para asegurar el futuro de los trabajadores”, expresó la Liga de los Trabajadores Marxistas (Marxist Workers League).

La caída de la tasa de ganancia en las metrópolis capitalistas ha forzado a las corporaciones a invertir en otros lugares. Este tipo de inversiones se realiza basándose en factores de oportunidad y precios de la materia prima más baratos. Uno de los más grandes pulpos finlandeses multinacionales, Metsa—Botnia, ha terminado de construir una fábrica en Fray Bentos, Uruguay. Esta es la sexta fábrica de Botnia fuera de Finlandia. La capacidad de producción de la fábrica es un millón de toneladas por año. Es el doble de la producción del resto de todas las fábricas de la empresa. Para la producción en Uruguay necesitan 3,5 millones cúbicos de madera por año. La suma invertida es de 1.000 millones de dólares estadounidenses. Se espera que la fábrica emplee a 300 trabajadores. Botnia calcula que en forma accesoria creará miles de empleos. La fábrica producirá celulosa de eucaliptos. La decisión de construir la fábrica se tomó en el año 2005. Botnia es propietaria de la Compañía Forestal Oriental S.A (Fosa). Fosa planta eucaliptos en Uruguay. Fray Bentos, en el oeste del país, tiene una población de 20.000 personas. Esta es la inversión más importante en la historia de Botnia. El efecto de la producción en el medio ambiente será el de una catástrofe masiva.

Durante todo el proceso de construcción de la planta se llevaron a cabo manifestaciones y diferentes tipos de protestas. Tuvieron un carácter militante y tuvieron éxito en su momento al retrasar la construcción. Botnia utilizará compuestos tóxicos para el blanqueo de la celulosa (ECF). Como es sabido, el ECF incluye dióxido de cloro, que causa cáncer. Para tratar el agua sobrante del proceso de producción utilizarán AOX, que está clasificado como muy dañino para el medio ambiente. Además, más de 200 toneladas de nitrógeno y 20 de fósforo por año irán a parar al río. Esto causará el mismo daño que si un pueblo de 65.000 habitantes arrojara sus desechos cloacales al río sin tratamiento previo. Varias clases de peces y pájaros están amenazadas.

Además de los militantes de Argentina y Uruguay, gente de otros países ha participado en las protestas contra Botnia y Finlandia. En nuestra opinión, la construcción de la fábrica es absolutamente ilegal. Se han falsificado las estimaciones de los efectos en el medio ambiente y carece de todo valor. Incluso la Comisión Administradora del Río Uruguay no ha aprobado el proyecto. El conflicto ha perjudicado las relaciones entres las élites de ambos países. Una ministra finlandesa ha debido cancelar su visita a Argentina debido a las manifestaciones en su contra. El gobierno de Finlandia ha adquirido con toda razón mala reputación entre el pueblo argentino. El contrato entre Finlandia y Uruguay significa una intervención imperialista del capital finlandés en Uruguay. la clase obrera finlandesa debe protestar contra el gobierno finlandés. En Finlandia debemos organizar demostraciones de solidaridad lo antes posible. Tenemos con los compañeros luchadores de América Latina un enemigo común: el capital de la industria papelera. Debemos coordinar protestas mediante comités internacionales de trabajadores. Debemos desafiar cada prohibición a nuestras protestas no solamente en cualquier lugar donde se efectúen.

– Victoria para nuestros compañeros en Argentina y Uruguay.

– Solidaridad con la lucha de nuestros compañeros del Partido Obrero (Argentina) y el Partido de los Trabajadores (Uruguay).

– Abajo el ataque del capital. No a los sacrificios en el altar de las ganancias.

– Condenamos la política colonial de Botnia y la política pro-imperialista de los gobiernos de Finlandia, Uruguay y Argentina.

– Impidamos el funcionamiento de la fábrica.

– Eliminemos las fronteras entre los dos países. Los trabajadores tenemos intereses comunes contra el capital y el estado que los apoya.

Liga de los Trabajadores Marxistas (Marxist Worker's League)