Del juicio a los antifascistas a un asesinato a manos de los fascistas

El juicio de Savas Michael Matsas, secretario general del EEK, y de Konstantinos Moutzouris, ex rector de la Universidad Técnica Nacional de Atenas, tuvo lugar el 3 y 4 de septiembre de 2013, después de la demanda presentada por el partido nazi Amanecer Dorado el 8 de mayo de 2009 y promovido en 2013 por el Estado "democrático" griego y su brazo jurídico, luego de la entrada de Amanecer Dorado en el parlamento griego en junio de 2013. El juicio tuvo una enorme repercusión y produjo una gran indignación, tanto nacional como internacional.


Como lo habían destacado muchas declaraciones, fue la primera vez después del final de la Segunda Guerra Mundial y de la derrota del nazismo, que dos antifascistas, entre ellos un intelectual judío comunista y líder de un partido trotskista (en el caso de Savas Michael Matsas) fueron llevados ante los tribunales por los nazis, con la complicidad de las instituciones oficiales del Estado en un país miembro de la Unión Europea.


Este poderoso tsunami de protestas y solidaridad creó una dinámica política que permitió la victoria de los "acusados" en un juicio al principio muy difícil. Alrededor de mil personas se reunieron en los alrededores de la corte en el juicio de dos días.


Los tres objetivos interconectados de esta persecución atroz eran, como Savas Michael lo señaló en su "apología" a la corte, los siguientes:


• Ilegalizar cualquier discurso y acción antifascista en una situación de polarización social y de agitación de las masas; en un país en un estado de emergencia, donde la clase dominante utiliza las bandas fascistas como un instrumento para volver a imponer su control;


• Comenzar, a partir del partido trotskista, el proceso de ilegalización de toda la izquierda y el desmantelamiento de los derechos democráticos populares en Grecia;


• Por último, pero no menos importante, para institucionalizar el virulento antisemitismo que acompañó, desde el principio, la persecución de Savas Michael Matsas.


Los organizadores de esta caza de brujas fracasaron. Por primera vez, desde su ascenso, Amanecer Dorado perdió un juicio en los tribunales griegos (lo cual dice mucho acerca de la Justicia griega…). Se logró una victoria táctica importante, aclamada por todo el movimiento obrero (en particular en las asambleas generales donde se decidió la huelga en el sector público) y entre las masas populares que identifican esta batalla con su propia lucha contra el desastre social creciente y la represión brutal por las fuerzas del Estado burgués y las bandas paramilitares fascistas.


Pero, como el EEK subrayó en su primera declaración después del juicio, la batalla fue ganada, pero la lucha de clases continúa.


Incluso minutos después del final del juicio, muchos de los jóvenes que participaron en solidaridad con los acusados fueron detenidos y acosados por las fuerzas especiales de la policía Delta (la misma fuerza Delta, que había atacado al EEK en una manifestación pacífica en diciembre de 2009 casi matando al compañero Angeliki Koutsoumbou e hiriendo gravemente a decenas de compañeros) gritándoles "¿vienen del juicio del sucio judío?". Una actitud similar tuvo la policía después de la manifestación masiva de trabajadores en Tesalónica, el 7 de septiembre, arrestando a 130 manifestantes, entre ellos muchos compañeros del EEK, que fueron insultados por la policía como "perros del sucio judío Matsas"…, el mismo insulto se utilizó al día siguiente contra otro compañero detenido en una manifestación antifascista en Larissa. Aún más siniestro fue el ataque asesino, al día siguiente del juicio, el 5 de septiembre, llevado a cabo por una banda fascista en Pyrgos, en el Peloponeso, contra el hijo de un conocido cuadro sindical del EEK, de 19 años, un ataque que dejó al joven en el hospital con heridas graves.


Las actividades criminales fascistas se intensificaron en las siguientes dos semanas después del final del juicio, hubo otro ataque asesino de decenas de tropas de asalto nazis -un grupo financiado y apoyado por los armadores griegos- en el área de los astilleros Perama contra un grupo de miembros, sindicalistas y simpatizantes del KKE (Partido Comunista de Grecia) que hacían la campaña pacíficamente para el Festival de la KNE (Juventud Comunista de Grecia).


El punto culminante de estas actividades fue el asesinato, el 18 de septiembre, de Pavlos Fyssas, de 34 años, un joven activista antifascista de izquierda, músico y trabajador metalúrgico -un asesinato a sangre fría organizado al más alto nivel por el partido nazi y por sus protectores en el Estado burgués, y ejecutado por la mafia nazi de Amanecer Dorado en el barrio obrero de Nikaia, un bastión histórico del movimiento comunista. El asesinato produjo una gran conmoción e ira popular, y agudizó la crisis política del régimen burgués y del gobierno de Samaras. Sin embargo, y a pesar de las lágrimas de cocodrilo hipócritas del gobierno y el anuncio de la "imposición del Estado de derecho", las manifestaciones antifascistas masivas que siguieron al asesinato fueron salvajemente reprimidas por la policía antidisturbios, culminando con docenas de personas hospitalizadas con graves heridas (uno de los manifestantes perdió la vista), y la detención de cientos de manifestantes.


Esta confrontación en curso está indisolublemente ligada a la nueva fase de la lucha de clases, el estallido de un movimiento huelguístico de gran alcance de los trabajadores de todo el sector público, en educación, en los servicios de salud, la lucha en tres principales industrias, enfrentando los cierres dictados por la odiada troika, con los trabajadores de Larko, una de las más grandes del país y de Europa) bloqueando la autopista Atenas-Tesalónica, y brutalmente atacados por las hordas de la policía antidisturbios enviada por el gobierno.


El EEK lucha en todo el país para unir las luchas en una huelga general indefinida para derrocar al gobierno, para echar a la troika imperialista, para aplastar a sus políticas catastróficas, para construir un frente único de los trabajadores y las organizaciones populares, grupos de autodefensa de trabajadores y de milicias obreras contra los nazis y la represión del Estado, para abrir el camino al poder obrero y una salida socialista a la crisis, por una Grecia socialista en los Estados Unidos Socialistas de Europa.