Duque se lanza a desalojar los bloqueos y se cae el verso del “diálogo”

¡Todo el apoyo a los piqueteros colombianos, carajo!

El lunes se desarrolló la segunda reunión entre el gobierno de Iván Duque y el Comité Nacional de Paro (CNP), con la presencia de representantes de la Iglesia Católica y de la ONU. El día previo, en la primera reunión, el CNP le había presentado al gobierno un pliego de 19 puntos, centrados en el pedido de que cese la represión y garantías para que se pueda desenvolver la protesta social. El gobierno respondió sin ambigüedades al pedido del CNP. El domingo por la noche, en Yumbo, las fuerzas represivas asesinaron a dos manifestantes. El lunes, Duque emitió la orden de desalojar los bloqueos en todo el país, en particular los que se sostienen en el Valle del Cauca. Esta última noticia se conoció en el momento mismo en el que se desarrollaba la “mesa de diálogo” y el garante de la Conferencia Episcopal pedía un minuto de silencio por las víctimas. El escándalo le puso fin al diálogo. En la conferencia de prensa posterior, el CNP señalaba que “Duque la declara la guerra al Paro” y denunciaba que, al momento, la represión ya se había cobrado la vida de más de 50 manifestantes, 1.500 heridos y 500 desaparecidos.

Efectivamente, la orden de desalojo de los bloqueos vaticina una mayor escalada en la represión estatal. El gobierno, en concurso con los gobernadores y alcaldes, le dio instrucciones a las fuerzas represivas para que desplieguen su máxima capacidad operacional. La escalada está precedida por un fuerte lobby patronal, que reclama la inmediata liberación de las rutas para reactivar la cadena de distribución y comercialización. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, señaló en su cuenta de twitter que “el levantamiento inmediato de todos los bloqueos es necesario”. El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahita, dijo “es necesario abrir algunas vías, así sea con la fuerza” (El Tiempo, 16/5). En Yumbo, la capital industrial del Valle del Cauca, los bloqueos también mantienen paralizadas a las grandes fábricas. Las patronales de la cementara Argos y la papelera Smurfit Kappa, dos de las compañías más grandes e importantes de Yumbo, se encuentran al frente del lobby que reclama la liberación de las rutas.

Quien también se sumó al operativo para levantar los bloqueos, aunque con un discurso de tinte ‘izquierdista’, fue Gustavo Petro, el dirigente de la fuerza centroizquierdista Pacto Histórico. Para Petro, hay que “abandonar la barricada para pasar a las movilizaciones de masas” (Cuarto de Hora, 16/5) porque, según él, esa sería la forma más efectiva de golpear al poder político. Sin embargo, en ese mismo artículo ratifica su rechazo a luchar por la caída de Duque ya que “si caen todos llegarán los militares, no habrá el cambio en Colombia como sueña Uribe. No habrá elecciones en el 2022” (Ídem).

Las declaraciones de Petro no son inocentes. Estuvieron precedidas por la reunión que mantuvo con la crema del empresariado judío de Colombia, donde se discutió de “política nacional e internacional” y se hizo presente el embajador de Israel (Infobae, 15/5), en momentos donde el Estado sionista se encuentra bombardeando al pueblo palestino. Es claro que Petro quiere ser un presidente del sistema y sabe que para eso debe dar señales de confianza a la clase capitalista y al imperialismo. Un senador de su palo político, Gustavo Bolivar, señaló que “esta no será la única reunión de Petro con empresarios. Ellos saben que su propuesta (…) los beneficia”.

Asistimos a una tentativa de estrangulamiento de la rebelión popular a dos bandas. La rebelión tiene en los bloqueos de carreteras un bastión fundamental. Pues mediante los piquetes, particularmente en el Valle del Cauca, la juventud, los trabajadores, los indígenas y campesinos, le están infligiendo un golpe concreto a la burguesía y al régimen. La defensa de los bloqueos pasa a ser ahora una cuestión fundamental y de primer orden, que de ningún modo se contrapone con la movilización de masas, como la que se prepara para este miércoles. El Comité Nacional de Paro, al igual que Petro, rechaza luchar por la caída del gobierno. Lo que se impone entonces es superarlo, avanzando en la realización de una asamblea o encuentro nacional popular, para impulsar la huelga general hasta que caiga Duque y erigirse en alternativa de poder.