Egipto: devaluación inminente y grandes huelgas

La huelga de los 24.000 obreros textiles de la fábrica estatal Mahalla Misr Spinning and Weaving es una manifestación de la nueva etapa en la crisis política, que se abrió tras la asunción de Mohamed Morsi -de la Hermandad Musulmana (HM)- como presidente del país. Los trabajadores de Spinning and Weaving vienen jugando un rol de vanguardia en la lucha de la clase obrera egipcia. Encabezaron un duro proceso de huelgas durante los años de Mubarak y estuvieron a la cabeza de las movilizaciones revolucionarias de enero y de febrero de 2011. La lucha de Spinning and Weaving tuvo rápidamente el apoyo y simpatía de una gran cantidad de fábricas textiles en distintas provincias y de otros sectores obreros.


La medida de fuerza fue suspendida temporalmente cuando el gobierno accedió a abrir una mesa de negociación.


La visita de Hillary


La huelga de la principal fábrica textil del país se inscribe en la aguda crisis política que tiene lugar entre el establishment militar y el presidente musulmán electo. El ascenso de la HM al gobierno es un intento por “bloquear las direcciones obreras que encabezaron las huelgas que enterraron la dictadura” (Clarín 14/7). Lo más novedoso fue la reunión entre Hillary Clinton y Morsi. La Hermandad Musulmana llega al gobierno con el apoyo de Washington; la jefa del Departamento de Estado habría dado garantías personalmente a la cúpula castrense y al sionismo por los acuerdos con el establishment militar y con el Estado de Israel.


Sin embargo, la visita de Clinton no aclaró mucho. El gobierno egipcio permite el paso de palestinos a Egipto, algo que el sionismo rechaza furiosamente. Las fuerzas de seguridad sionistas cuestionan que desde el inicio de la revolución el Sinaí se haya convertido en “tierra de nadie”.


Un “Rodrigazo faraónico"


Mientras tanto, se agrava la crisis económica a un paso galopante. La sequía norteamericana y un nuevo aumento en los precios de los granos refuerzan la perspectiva de una espiral inflacionaria sobre los alimentos de primera necesidad; el mismo origen de la primavera árabe, están vinculado al aumento del precio del pan.


Esto está agravado a raíz de la inminencia de una devaluación de la libra egipcia. Morsi tiene un verdadero “Rodrigazo” en puerta. Morsi intenta brindar algunas concesiones a las masas, como la amnistía a los presos políticos, la liberalización de la frontera para el paso de palestinos y la apertura de una mesa de negociación con los obreros textiles en conflicto.


Durante las últimas movilizaciones al Parlamento, los cánticos cambiaron de “abajo el régimen de la junta militar” a “abajo el régimen del guía”.