Desde el 25 de febrero el gobierno de China mantiene detenido en Pekín al repartidor de la empresa Ele.me, Xiong Yan, junto a varios de sus compañeros de trabajo. Se trata de una persecución de neto corte anti sindical por parte de la patronal, a su vez controlada por el gigante chino del sector de compra y venta Alibaba, y el Estado. Se acusa a Xiong, quien venía desenvolviendo una red de ayuda de los trabajadores de reparto y una serie de denuncias de alcance sobre la explotación de las apps, de formar un sindicato ilegal. Esto deja al desnudo el férreo control estatal que el Partido Comunista Chino (PCCh) pretende infligir a toda organización obrera.

La denuncia que el líder repartidor había hecho las semanas previas a su detención había alcanzado popularidad. A través de distintos videos iba desentrañando las distintas maniobras de Ele.me para ahorrarse costos laborales, con las sabidas consecuencias que esto implica para los trabajadores. Por tomar un ejemplo, en enero un repartidor de 48 años se auto-inmoló con combustible frente a la desesperación por ingresos que le adeudaba una de las tercerizadas de la patronal. Xiong se hizo eco de estos casos y comenzó a denunciar desde las promociones truchas, con cambios súbitos de condiciones imposibles de cumplir, hasta el cambio de la modalidad de pago reduciendo componentes fijos y agregando variables. Fue conocida también su denuncia sobre el fallecimiento por extenuación de otro repartidor, que murió tras trabajar más de 10 horas seguidas, y donde Eme. intentó pagar unos míseros 300 dólares de indemnización. Esto último en el marco de más de 150 fallecimientos de repartidores en accidentes por año.

El avance de la explotación desregulada y fuera de convenio de las empresas de plataforma en China se realiza totalmente al amparo del gobierno del PCCh. Muchas de las empresas de ese origen, como DiDi food, que también invierte en Ele.me, han logrado cruzar las fronteras para convertirse en verdaderas multinacionales. El régimen combina la más avanzadas formas burguesas de explotación a los trabajadores en China, una de cuyas bases históricas peculiares es la fortísima migración interna a los centros urbanos oficialmente declarada ilegal, junto con una burocracia estatal que excluye de sus múltiples ámbitos de tutela económica una regulación laboral y previsional de una franja importante de la clase obrera. Contrariamente, se apoya en el aparato represivo y los sindicatos estatizados para aplacar toda manifestación obrera independiente.

Frente a este ataque, desde la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR) de Argentina propusimos una campaña internacional por la liberación inmediata de Xiong y sus compañeros. Es así que el 28 de abril haremos una acción única de apoyo en las embajadas chinas de todos los países junto a las organizaciones que integran Unidxs World Action. Un triunfo sería un paso adelante en la organización internacional independiente de los trabajadores de economía de plataforma.

¡Ninguna persecución a los activistas obreros! ¡Abajo las leyes antisindicales! ¡Libertad ya a Xiong Yan!