El ataque israelí que dejó 100 muertos en una escuela de Gaza se hizo con bombas norteamericanas

Nuevo bombardeo contra una escuela

Cuando comenzaron los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza, en octubre de 2023, algunos de los cientos de miles de palestinos que debieron abandonar sus hogares se refugiaron en hospitales y escuelas con el objetivo de salvar sus vidas. Pero el alto mando militar sionista se cebó incluso con esas instalaciones. Este sábado 10, alrededor de 100 personas murieron durante un ataque contra la escuela al-Tabin en la capital del enclave costero, donde se asentaban 350 familias. “Los equipos de rescate no encontraron ‘un solo cuerpo completo’ entre las víctimas mortales, sino únicamente partes desmembradas, muchas de las cuales estaban irreconocibles”, indicó el sitio Democracy Now (12/8).

En el edificio de dos pisos funcionaba, en su bloque inferior, una mezquita. Según el testimonio de algunos sobrevivientes, la agresión se efectuó en las primeras horas de la mañana, cuando adultos mayores, niños, niñas y mujeres se encontraban rezando. “No hubo ninguna advertencia previa ni nada”, señaló Rajab Khafari, uno de los testigos de la masacre (ídem).

Tan brutal fue el embate que la Casa Blanca, firme soporte de Israel, salió a expresar su “profunda preocupación” por el episodio. De todos modos, se trata de una profunda hipocresía puesto que, con el correr de las horas, se supo algo más: al menos uno de los proyectiles utilizados en el lanzamiento fue una bomba GBU-39 de fabricación estadounidense, diseñada por la empresa Boeing. Irónicamente, se supone que esa clase de artefactos de alta precisión están hechos para evitar o morigerar “daños colaterales”.

Apenas dos días antes de la devastación de la escuela y la mezquita gazatíes, el presidente norteamericano Joe Biden había informado al Congreso que se aprestaba a desembolsar 3.500 millones de dólares adicionales a Israel para la compra de armamento, como parte del paquete por 14 mil millones votado por los legisladores en abril.

Tel Aviv intentó justificar el letal bombardeo con el mismo argumento que repite como un mantra ante cada uno de estos atropellos: que el lugar era usado por Hamas como un centro de comando. La organización palestina señaló que se trata de una falsedad y que la totalidad de las víctimas son civiles. En cualquier caso, este era el quinto bombardeo contra una escuela en apenas una semana (CNN en Español, 11/8). Y, de acuerdo a la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas, desde el 4 de julio Israel atacó 21 de estas estructuras, con un saldo de al menos 274 muertos (El País, 10/8). Para el sionismo, evidentemente, cualquier palestino es un terrorista o un terrorista potencial.

Tras la agresión criminal contra la escuela de Gaza capital, Estados Unidos volvió a dar un espaldarazo a Israel, al informar que reforzó sus posiciones aéreas y navales en Medio Oriente debido a la posibilidad de un ataque de Irán (en respuesta al asesinato del máximo dirigente político de Hamas, Ismael Haniyah, en territorio persa). Washington apaña las provocaciones militares del sionismo en la región, que suman ahora la amenaza de una invasión del Líbano.

En las últimas horas, Israel emprendió también una serie de ataques en el norte de Khan Yunis, ciudad ubicada en el centro del enclave, lo que forzó a miles de personas a redesplazarse hacia un paraje desolado junto a las costas del Mediterráneo, donde cientos de miles de personas se aglomeran desde que las Fuerzas de Defensa Israelíes incursionaron en Rafah, en la frontera con Egipto.

La barbarie constante del sionismo exige multiplicar las iniciativas de solidaridad y denuncia contra el genocidio en curso y sus cómplices, como el gobierno de Javier Milei.

”Bienvenidos al infierno”: la tortura contra los palestinos en las cárceles israelíes
Un informe consigna las atrocidades de las autoridades penitenciarias desde el 7 de octubre. –
prensaobrera.com