Internacionales
23/5/2017
El atentado en Manchester Arena, el ISIS y el imperialismo
La repudiable acción fascista es el coletazo de las masacres orquestadas por el imperialismo británico, EEUU, Rusia y compañía en Medio Oriente.
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@tomaseps
A través de diversos medios, el Estado Islámico (ISIS) se atribuyó el atentado terrorista perpetrado en el día de ayer en un recital juvenil en el Manchester Arena, en la ciudad inglesa, por el que han muerto más de 20 personas y resultaron heridas más de 50.
El ataque, apuntado en esta ocasión contra adolescentes y jóvenes menores de 20 años, es una nueva muestra –como antes lo fueron París, Bruselas, etc…– del accionar fascista de ISIS contra la población, y convoca al más intenso repudio de los trabajadores y las organizaciones revolucionarias del mundo.
Ningún apoyo puede desprenderse de allí a Theresa May, a sus pares del imperialismo europeo y estadounidense o al mandatario ruso Vladimir Putin, que no tardó en ofrecer a May su colaboración. Por el contrario, estos atentados son el coletazo de la barbarie orquestada por tales gobiernos en Medio Oriente, donde se paga con la masacre de millones el propósito de establecer gobiernos títeres y avanzar en la colonización de la región. Como el caso de Siria, donde el gobierno británico participa de la coalición que bombardea el país.
Como ya ha sucedido en el pasado, el actual ataque será utilizado para reforzar estas masacres, con la excusa de la “guerra contra el terrorismo”.
Con ese mismo pretexto, ya han anunciado también un mayor cercenamiento de libertades democráticas dentro del Reino Unido, con mayores controles sobre la población civil y un despliegue acentuado de las fuerzas represivas. En ese tren corren juntos los conservadores de May y los laboristas, como lo muestran los anuncios de Sadiq Khan, el alcalde de la capital inglesa, de que “los londinenses verán más policías en nuestras calles” (Télam, 23/5).
Se trata de una avanzada contra la población trabajadora y los migrantes –como lo dejó en claro la militarización “antiterrorista” de Francia– que debe ser fuertemente denunciada, más cuando el canto de la “lucha contra el terrorismo” subirá de volumen en vistas a las disputas electorales de junio.
Por lo demás, este reforzamiento represivo ya se encuentra en curso hace años en Reino Unido, con mayor presencia policial en los distritos, crecientes controles sobre las comunicaciones y la conspiración mancomunada de la Inteligencia británica con otros servicios –en particular los de Estados Unidos, como lo mostraron filtraciones recientes de Wikileaks–, sin que haya podido prevenir atentados como el de Manchester. Como confiesa un especialista del área: “el país dispone de un vasto arsenal jurídico para luchar contra el terrorismo y la radicalización. Parece difícil ampliarlo aún más” (La Nación, 23/5).
Para los trabajadores, el repudio al terror fascista debe ir ligado a la pelea por expulsar al imperialismo de Medio Oriente, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y por la revolución socialista internacional.