Perú

El Aymarazo y la segunda ronda de revueltas contra el golpismo estatal proyanqui

En Juliaca, hubo una represión feroz con el saldo de 18 protestantes muertos.

Dirigente de la Agrupación Vilcapaza.

Revueltas populares en Perú.

La segunda ronda de revueltas populares en curso está siendo muy combativa. Particularmente en el sur, siguiendo la convocatoria del 28 de diciembre votada por la Asamblea de la Macro Región Sur, de retomar una huelga general activa e indefinida a partir del 4 de enero. En Cusco, hubo movilizaciones de decenas de miles. En Puno, el paro es total hasta el día de hoy. En Juliaca, hubo una represión feroz con el saldo de 18 protestantes muertos. En Andahuaylas y Ayacucho también marcharon miles por el centro de las ciudades capitales. En Piura, hubo marchas de las rondas campesinas en algunas provincias. En Chiclayo, cientos se movilizaron. Se retomó el bloqueo de carreteras en Ica y Arequipa, por algunas horas.

Así las cosas, si bien es cierto que la extensión nacional de la primera ronda de rebeliones sociales ha disminuido, el Aymarazo (donde existen factores de opresión de clase y de cultura) ha vuelto a expresar las tendencias insurreccionales de la primera ronda. Es de destacar la intervención protagónica de las comunidades indígenas aymaras y quechuas. Instituciones públicas y privadas quemadas, bloqueo de carreteras, enfrentamientos feroces con la policía. En Juliaca acabó en una masacre que está dando la vuelta al mundo: hasta ahora 18 asesinados, cientos de heridos y detenidos.

Dentro de los muertos hay un médico que estaba auxiliando a los heridos. También existen periodistas heridos. Hay videos viralizados por las redes sociales donde la propia policía uniformada sale vandalizando mototaxis, tirando piedras a las casas, saqueando supermercados, o maltratando a una mamá con su hijo menor de edad. Hay otros donde sale el grupo terna (policía encubierta), interviniendo con el fin de vandalizar las protestas para luego justificar la represión.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Prensa Obrera (@prensaobrera)

La paz de los cementerios

Esta ofensiva represiva fue operativizada producto de las limitaciones del movimiento obrero y popular, particularmente en la capital, Lima: falta de centralización nacional y de un plan de Lucha. La burocracia sindical de la CGTP, en vez de dedicarse a organizar el paro nacional, coqueteaba con visitas a la golpista Dina Boluarte en Palacio de Gobierno.

En este marco se desenvolvió la “marcha por la paz” del 03 E, que fue convocada públicamente por la Policía Nacional del Perú (PNP). A la misma se sumaron sectores religiosos y algunos congresistas de derecha como Alejandro Muñante, de Avanza País, y Jorge del Castillo, de la APRA, entre otros. Fue una marcha que, con toda la promoción publicitaria del Estado y los mass media, no logró pasar las 10.000 personas, con una composición mayoritaria de clases medias acomodadas, base social del neofascismo en desarrollo.

La PNP dice que, “…hay vándalos y gente del Movadef (organismo de derechos humanos que es asimilado por la derecha con una organización de “superficie” de la extinta guerrilla de Sendero Luminoso) en las movilizaciones…”, para justificar su violencia contra el pueblo.

Y sobre los “vándalos”, el académico (que nadie puede acusar de izquierdista), Martin Tanaka, ha declarado que, “…existe mucha rabia acumulada…”. La misma rabia acumulada que se ha expresado en el destrozo de entidades públicas o privadas en las rebeliones populares de EE.UU. cuando asesinaron a George Floyd; en Chile contra el alza de pasajes; en Colombia contra la reforma tributaria; etc.

Este levantamiento popular se inscribe en la ola de rebeliones populares que viene recorriendo América Latina frente a los ataques fondomonetaristas y derechistas

El golpismo asesino masacrador

Mientras que la presidenta golpista Dina Boluarte había “cantado victoria” al señalar que “el debate sobre la Constituyente ya estaba cerrado”, el Aymarazo ha vuelto a plantear en la agenda nacional la caída de su gobierno golpista. Hasta medios de farándula limeña están conmocionados con la masacre. El diario La República, que desde el principio fue condescendiente con el golpismo, sacó un titular el día de hoy “Paren la matanza”. Y el Acuerdo Nacional (instancia de pseudodiálogo creado durante el derrumbe de la dictadura fujimorista, que implica a los partidos políticos y la “sociedad civil”), tuvo que parar su sesión el día de ayer sin llegar a un acuerdo. Enterado de la salvaje represión de Juliaca, la CGTP anunció que se retiraba del mismo y esto fue luego seguido por casi todo el mundo.

La resistencia de las masas movilizadas sobrepasa la expectativa de los golpistas. Hasta los EEUU tuvieron que cambiar de embajador, retirando a Lissa Kenna, porque estuvo aparatosamente expuesta en el armado golpista.

Derrocar el golpe

Luego del Aymarazo se alistan movilizaciones en Arequipa, Ayacucho y otros lugares. Los dirigentes nacionales burocráticos de la central obrera, CGTP, han desenvuelto una política de estar con Dios y con el diablo a la misma vez (visitan a la golpista Boluarte en Palacio), en vez de dedicarse a organizar la lucha convocando a asambleas de las bases sindicales y organizando la movilización en Lima y en todo el Perú.

Fueron los primeros en retirarse ayer de la mesa del “diálogo” que camufla la salvaje represión. Bien, pero no deberían haber concurrido. Su lugar como organización obrera es en las barricadas de Juliaca y en toda lucha, no en los despachos de los golpistas.

Han anunciado que van a adoptar medidas de fuerza, pero es necesario un plan de lucha nacional, para ello la CGTP debe romper toda política de colaboración de clases con el gobierno golpista y las fuerzas burguesas. Convocar asambleas y plenarios donde se votó el reclamo de terminar con el gobierno golpista y organizar la movilización creciente.

No está claro todavía que la segunda ronda de rebeliones populares vaya a imponer directamente la caída del gobierno. Pero marca el camino: organizar y extender la resistencia a Lima y a todo el Perú.

En la marcha del 04 de enero en Lima, hubo unos 10 mil trabajadores. La base de la CGTP estaba conformada prácticamente por partidos políticos de centroizquierda. No hay un plan de lucha ni una convocatoria seria por parte de la central.

Por un Comando Unitario de Lucha combativo

Así las cosas, se hace menester avanzar en la articulación de un Comando Unitario de Lucha nacional que levante las reivindicaciones más sentidas, como del levantamiento del Estado de Emergencia, respeto a las libertades democráticas, libertad a Pedro Castillo y a todos los compañeros detenidos por luchar, cárcel para los golpistas y juicio de responsabilidades para los asesinos. Abajo el gobierno golpista, por una Asamblea Constituyente soberana (en la estrategia de la lucha por un gobierno de los trabajadores, explotados y oprimidos).

La Asamblea de la Macro Región Sur votó, en su plenario del 28 de diciembre, convocar a un segundo plenario extendiéndolo a las organizaciones en lucha de todo el país. Avanzar hacia ese objetivo sería un gran paso adelante, organizando asambleas en cada barrio y fábrica. Vamos a un Plenario de Trabajadores en lucha para forjar la centralización que necesita la heroica lucha de nuestro pueblo explotado. Desde abajo en cada fábrica, en cada sindicato, en cada barrio.

https://prensaobrera.com/internacionales/brasil-un-juez-prohibe-la-movilizacion-popular